tú y yo somos tres

Lo mejor está por llegar

FERRAN MONEGAL

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He elegido esta última frase de <b>Josep Cuní </b>en su despedida de 8 TV porque transmite esperanza. Creo que fue Peter Pan el que se la dijo a Campanilla en aquella película de Disney. No recuerdo si el Capitán Garfio también estaba por allí. O sea, quedémonos con algo de optimismo, porque el cierre de un programa de televisión, aunque suceda continuamente y no es noticia, siempre resulta triste. Lo de Cuní en 8TV era un cierre anunciado. Lo cual no quiere decir que sea un cierre justo. Con los datos de audiencia en la mano, el programa 8 al dia casi multiplicaba por dos la cuota de pantalla de la cadena. Pero las empresas tienen sus dinámicas. Y sus cuentas de resultados. Son dueñas de sus decsiones acertadas, y de sus decisiones catastróficas. Conozco bien ese tema, sí. Tras el despido forzoso de Cuní, alguien podría preguntarse: «¿Quo vadis 8 TV?»Esta pregunta, esa inquietud, ya tenía sentido mucho antes del cierre de 8 al dia. Un canal no se construye, ni se consolida, con dos programas en la parrilla (Cuní <b>Arús</b>). Dicho de otro modo: no se les puede pedir a dos profesionales, por heroicos y excelentes que sean, que lleven el peso de toda una cadena y suplan con éxito lo que la voluntad empresarial no provisiona ni afronta con ambición. Ahora el panorama se complica: de los dos héroes, solo queda uno. En casa siempre nos hemos mirado 8TV con mucho interés. Hasta con cariño. Parecía claro su camino: definirse como la gran cadena privada de Catalunya. Una alternativa necesaria, sanísima, y rentable con la planificación y las alianzas empresariales acertadas y oportunas. Cuní ha hecho su programa en base a los estándares que funcionan en todo el mundo: el magacín informativo. Añadamos un plus: el sello de autor. Ese es un ingrediente básico y muy atractivo. Algo que han abandonado -porque lo temen, porque dificulta las correas de mando y las consignas- la mayoría de canales públicos.

Cuní se despidió sobriamente. La procesión iba por dentro. A su gran partenaire de tantos años, le dijo: «Rahola, que tengas mucha suerte y que la vida te sonría». Y punto. A su equipo les agradeció su entrega. Pero no pronunció la palabra 8TV. El nombre de la empresa, del canal, no ha existido en su despedida. Y por la megafonía sonaba Ornella Vanoni cantando precisamente Insieme a te non ci sto piú. Significativo.

Lo mejor está por llegar. Estoy deseando, sinceramente, ver pronto aCuní en algún nuevo destino.