«Le maté con el picahielos»

Por qué estás aquí?

- Por homicidio.

- ¿A quien mataste?

- A mi pareja.

-¿Cómo le mataste?

-Con el picahielos».

El viaje a las cárceles de América Latina (Encarcelados, La Sexta) nos sigue ofreciendo, cada semana, un espectáculo dantesco que pone los pelos de punta. La conversación anotada anteriormente fue la que mantuvo la reportera Alejandra Andrade con una reclusa de la cárcel de mujeres de Costa Rica. Entre un ensordecedor griterío de mujeres hacinadas en este penal («¡Dormimos en el suelo! ¡No nos dan atención sanitaria! ¡Estamos rodeadas de ratas, cucarachas, moscas...!»), la reclusa le enseñaba a la reportera el tajo que lleva en el brazo: «Eso me lo hicieron aquí, con una cuchilla de afeitar en una reyerta». Y luego vimos el arsenal de armas que llevan siempre escondidas: cuchillos, punzones, estiletes, puñales hechos con trozos de espejos rotos... Es brutal el impacto que nos produce este programa. Pero no sabemos si quedan impactadas también las autoridades que permiten esta situación. Hace un par de semanas, este programa consiguió que en Bolivia indultaran a la española Lola Sánchez, ingresada en el penal de Palmasola. Padece un cáncer terminal. La potencia de la tele, en clave de denuncia, logró este milagro. Pero quedan miles de mujeres y de hombres en condiciones infrahumanas. Desconozco si algún canal latinoamericano también emite este programa. Deberían.

ANA & CELIA .- No se han rajado los brazos con cuchillas de afeitar, pero ha sido un encuentro tenso y aguerrido. Me refiero a la entrevista de Ana Pastor a Celia Villalobos (El objetivo, La Sexta). Se notaba que se iba acumulando la incomodidad entre estas dos damas tan fieras y magníficas. «¿Por qué tiene usted tantos prejuicios conmigo?», exclamaba la política. Y Ana contestaba: «Yo solamente pregunto». O sea, tranquila, señora vicepresidenta del Congreso, tranquila. La verdad es que en las dos había nerviosismo. El mejor lance fue al final, cuando la periodista preguntó: «Pedro Arriola sale en los papeles de Bárcenas. ¿Cobró dinero en negro?». Y doña Celia saltó como una pantera (Arriola es su marido) y estalló: «Ahora entiendo por qué me hace usted esta entrevista: ¡para hablar del señor Arriola!». Negó rotundamente que cobrase ni un solo duro en negro, y añadió: «Los papeles, el señor Bárcenas los ha elaborado». ¡Ah! Todo es mentira.