Editorial

Más tiempo, más bienestar

La reforma horaria que se tramita en el Parlament define otro estilo de vida más acorde con los cánones occidentales

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Se trata de «añadir tiempo a nuestra vida» y de «encontrar tiempo dentro del tiempo». Estos son los lemas de la campaña institucional de la Generalitat que intentará sensibilizar sobre un cambio inminente que afectará a la vida de todos los ciudadanos. La vida que te espera es un eslogan, un aviso para navegantes y un elogio de los beneficios que va a reportar la reforma horaria prevista en Catalunya para septiembre del 2018 a través de una proposición de ley del Parlament que se está tramitando, tras un periodo de informes y estudios, con el consenso de todos los grupos políticos.

Todo empezó hace unos 10 años gracias al esfuerzo de una plataforma que fue acumulando expertos bajo el liderazgo del hoy diputado Fabian Mohedano. En el 2015, la Generalitat creó el Consell Assessor per a la Reforma Horària, que ha ejercido como impulsor y divulgador de una revolución en las costumbres que se resume en un cambio en la concepción cultural del tiempo. Los españoles cenamos más tarde que el resto del mundo y dormimos una hora menos que en Europa, y, por supuesto, comemos en un horario intempestivo, con una amplia franja en el mediodía y, en consecuencia, con un desfase cotidiano que se alarga hasta pasada la medianoche. La reforma horaria que se propone en Catalunya tiende a una organización racional (entre otros puntos: comida entre el mediodía y las dos de la tarde; salida de las escuelas a las cuatro; límite del prime time televisivo a las once de la noche), más acorde con los cánones occidentales. Se trata de compactar la jornada laboral, de flexibilizarla, y de disfrutar de más tiempo libre y autónomo. Pero va más allá. La reforma define otro estilo de vida, que ha de permitir más armonización y conciliación familiar, una mayor capacidad de gestionar el tiempo y un aumento de la vida social y asociativa. Como afirma el diputado Mohedano, «la falta de tiempo es una barrera de acceso al espacio público».

Con la reforma se busca mayor cohesión social y, en definitiva, un cambio de orden cívico. No será fácil modificar inercias, y aparte de la Administración el mundo empresarial y el laboral también deben apostar por la reforma. El principio de acuerdo de los agentes económicos parece confirmar que están dispuestos a asumir un reto que persigue mayores cuotas de bienestar.