OPINIÓN

Más gente trabajando, pero pocas horas más

SALVADOR SABRIÀ

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«Es gravísimo que en España no exista la dación en pago». Aunque parezca mentira, esta frase corresponde a una dirigente del PP: Esperanza Aguirre. Otro personaje destacado de la misma fuerza definió el pasado Primero de Mayo al PP como «el partido de los trabajadores». Fue Alicia Sánchez Camacho. Y el argumento en este caso fueron las cifras del plan de estabilidad que presentó el Gobierno el jueves que pronostica una creación de empleo a un ritmo de medio millón por año.

Como si se tratase de una cuestión sin importancia, en aquel acto de explicación (o de propaganda, según los sindicatos y la oposición) el ministro de Economía, Luis de Guindos, se basó en la metodología de la Encuesta de Población Activa (EPA) para poder afirmar que tal como crece el PIB, a finales del 2015 habrá más empleados que cuando el PP volvió al poder, a finales del 2011. Se superará así la herencia de Zapatero, o al menos así intenta venderlo el Ejecutivo. Puede que incluso sea cierto, pero esconde una parte importante de la verdad. Se creará mucho empleo, pero será de peor calidad, entendiendo como tal que muchos de ellos serán con contratos a tiempo parcial, aunque sean indefinidos, y peor pagados que los actuales. Eso sí, serán empleos, dirán, que falta hacen en un país con 5.440.600 parados según la última EPA.

Lo del empleo precario no es una acusación recurrente de la oposición. Se desprende de los datos que constan en el mismo plan de estabilidad del Gobierno, que basa sus previsiones en la metodología de la Contabilidad Nacional, que cuenta los contratos equivalentes a tiempo completo. Para entendernos, dos empleos de media jornada computarían como uno completo. Y con este sistema, las propias previsiones del Gobierno dan un resultado mucho menos halagüeño:  los 2,1 millones de empleos en términos de EPA, se reducen a 1,7 millones a tiempo completo, como destacó Rosa María Sánchez en su información del plan en este diario y que el ministro  intentó esconder cuando le preguntó públicamente por qué en la rueda de prensa se cambió el sistema de cálculo para las previsiones.

Para cualquier afirmación es posible encontrar una estadística que la sustente, se dice con sorna en muchas ocasiones. Y este parece un ejemplo claro. Además, si solo se facilita una parte de los datos, aún es más fácil mantener el argumento. Como en la frase de Esperanza Aguirre, ya que, en realidad, al echar en falta la dación en pago, no se refería a los millones de hipotecas ya firmadas y en las que se basan los desahucios, sino a la necesidad de hacer otro tipo de préstamos en los que la garantía sea solo la casa.