TRANSICIÓN CON PROFUNDOS RETOS
Marruecos: la estabilidad es una prioridad
El crecimiento debe cambiar la ecuación de que los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres
Anwar Zibaoui
Experto en economía y relaciones internacionales.
ANWAR ZIBAOUI
Seis años después de los levantamientos populares en la región en el 2011 y tras la llegada al poder de los islamistas del PJD, Marruecos mantiene una transición lenta y gradual, y una estabilidad en un entorno regional tormentoso y problemas internos como el Harrak del Rif, la emigración, el Sáhara y y el extremismo que podrían dificultar su progreso.
Es la primera economía en el Magreb en términos de crecimiento. Una excepción que navega de forma equilibrada, entre la geoeconomía y la geopolítica, en un momento de cambios profundos. Economía, reformas y estabilidad son las áreas que afectan directamente la vida de los marroquís. Hoy, la estabilidad depende de cómo se gestiona la economía y de la agenda de reformas, así como de combatir el terrorismo.
La economía empieza a beneficiarse de la modernización y de los cambios en su modelo de desarrollo. Hay avances en su apertura a nuevos mercados y diversificación de socios. Éxito en algunas reformas, inversiones en grandes proyectos de infraestructuras, y programas para la emergencia del turismo, la industria y las energías renovables. Obras como el puerto TangerMed, fábricas de automóviles, infraestructuras y la alta velocidad.
Marruecos explota su ventaja competitiva geoestratégica y, sin alejarse de Europa, se acerca a África. Se está convirtiendo en una plataforma de negocios y finanzas para África Occidental, y esto beneficia a las empresas locales y aumenta el atractivo internacional del país.
Europa, y sobre todo España, ha de apoyar las dinámicas inclusivas en favor del pluralismo y la modernidad
El vínculo económico entre España y Marruecos es asimétrico. Son socios naturales, complementarios y necesarios. España es el primer socio comercial con 20.000 empresas que exportan a este mercado y más de 1.200 presentes en múltiples sectores. Marruecos es el segundo mercado español fuera de la UE y el primero de África.
Multiplicar la cooperación
Europa, y sobretodo España, necesita que Marruecos tenga éxito para mantener la estabilidad. Hay que apoyar dinámicas inclusivas que permiten fortalecer la democracia y el pluralismo político, la reforma económica y la modernidad sin dejar de estar unido a su identidad cultural. Multiplicar la cooperación con Marruecos y crear puentes sobre los 14 km del estrecho son un antídoto contra potenciales factores de desestabilización.
Marruecos debe utilizar el crecimiento en beneficio de todos, no de una pequeña élite, y cambiar la ecuación donde los ricos se hacen más ricos, y los pobres más pobres. Se enfrenta a muchos desafíos profundos, y existe el riesgo de que pudieran llegar a alimentar el malestar si el actual proceso de reforma no puede dar sus frutos. Hay factores para resolver, como el desempleo, la inclusión de las mujeres en la economía. el desarrollo del sistema de educación y sanidad, la creación de canales de participación ciudadana y las reformas pendientes, Si se solucionan, Marruecos está en el camino hacia un país más plural y económicamente viable.
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