Mari Carmen Miró: "La 'pubilla' es la heredera de las tierras y la tradición"

La señora tiene lo que en Lleida llamanrauxa, es decir, carácter. Lleva 40 años cocinando legumbres en Barcelona. Entro en su tienda para hablar de lentejas y garbanzos y emerge otra Mari Carmen: es lapubillade Can Cava, en Vilanova de Banat (Alt Urgell). Su familia por parte de madre está emparentada con Felipe II y su árbol genealógico hasta atesora un bandolero. Lo de larauxale viene de familia.

–¿Quién le dio en herencia las recetas secretas de los llegumaires?

–Mi padre. Era él quien cocinaba lentejas, garbanzos, alubias. Se ponía a las cinco de la madrugada y cocinaba en ollas de 70 kilos. También vendíamos legumbres en grano.

–Le viene de familia, vaya.

–¡No, no! Somos de Vilanova de Banat. Ahí tenemos tierras. Fue una hermana de mi madre la que vino a Barcelona y abrió un comercio de legumbres cocidas. Poco a poco, nos estiramos los unos a los otros. En Barcelona, somos siete familias dellegumaires, todas emparentadas. ¡La tradición de legumbres cocidas es catalana! En el resto de España no existe. Mis primos fueron los que la exportaron a Mallorca.

–¿Cómo aprendieron el oficio?

–Bueno, en Lleida hay mucha tradición, pero para mis padres fue una apuesta arriesgada. Vendieron los animales y emigraron cuando mi madre tenía más de 50 años y mi padre pasaba de los 60. Vieron que yo no podría sobrevivir en Vilanova de Banat. Yo tenía 15 años.

–¿Sobrevivir? ¿Qué le pasaba?

–Yo soy lapubillade una casa con más de 750 años de historia. Soy hija única y heredaba todas las tierras. Mi madre ya sabía lo que era serpubilla, por eso quiso darme otro futuro.

–Poco a poco. ¿Pubillade dónde?

–Soy la heredera de Can Cava, una de las familias fundadoras de Vilanova de Banat. Heredé la casa y las tierras, pero también las obligaciones.

–¿Cuáles?

–Lapubillasirve a los padres, evita la división del patrimonio, aguanta la casa y reparte la dote entre sus hermanas. Mi madre era lapubillade Can Cava como también lo fueron mi abuela y mi bisabuela.

–Perdone mi ignorancia...

–La pubillahereda la casa, pero tiene que repartir el dinero entre sus hermanas. Mi madre tuvo que servir en casas de ricos para reunir la dote. Se fue a Perpinyà y luego trabajó en casas de ricos de la Diagonal de Barcelona. ¡Nadie puede decirle que dejara perder nada!

–No es una vida de fiestas y bodas con herederos.

–A mí, nadie me hizo ninguna fiesta. Yo siempre tuve muy claras mis obligaciones. De pequeña aprendí a conducir un tractor. A los 15 años, cuando llegamos, me puse detrás de este mostrador y aquí estoy hasta el sol de hoy. ¡Cuando me jubile, cerrarán esta tienda!

–¿A cuántos siglos se remonta el árbol genealógico de Can Cava?

–A 1524. Estamos emparentados con Felipe II. Cuando yo era pequeña había 40 familias viviendo al pie del Cadí, ahora hay cuatro.

–Siga con el árbol, por favor.

–Pues la verdad, no sé mucho. Sé que en la familia hubo un bandolero y que murió porque atacó a un rey.

–¿Sabe el nombre?

–No, no. Es de la generación antigua. Mi primo está recopilando la historia de la familia.

–¿Tiene hijos?

–Dos hijas.

–¿Hay pubilla?

--No, no creo. Ahora esta tradición ya no tiene sentido y me da pena, la verdad. Mis hijas nacieron en Barcelona y es muy difícil explicarles lo que significa esto. Yo asumí todas las obligaciones porque siempre he tenido muy claro que tenía que defender la casa. Podría haber estudiado una carrera, pero me sentía en la obligación de seguir. ¡Lo de lapubillase está acabando igual que la legumbre cocida!

–¿Pasará las vacaciones en Vilanova de Banat?

–No. Vamos a Galicia. Mis suegros están enfermos. ¡Hace más de un año que no voy al pueblo!

–¿Se casó con un hereu?

–Me casé con un gallego que venía a la tienda a comprar lentejas cocidas. Yo tenía 19 años.

–Siga, siga...

–Él acababa de llegar de París y había abierto un restaurante.

–¿Y cómo la llaman cuando va al pueblo?

–[Se ríe] Mari Carmen o lapubillade Can Cava.