DOS MIRADAS

Marcelo y yo

Fernández Díaz, en apuros.

Fernández Díaz, en apuros.La publicación de una conversación del ministro del Interior y el jefe de la Oficina Antifrau, en la que se urdían manejos contra el independentismo catalán, agitó la campaña del 26-J. Jorge Fernández Díaz no dimitió.

Fernández Díaz, en apuros La mirada perdida_MEDIA_1

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EMMA RIVEROLA

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Pues vaya lío, que diría el jefe. Si es que ya no hay decencia, mira que grabar una conversación privada. Hay que ver la que se ha organizado. Como si yo no tuviera derecho a hablar con quien me dé la gana. Y a conspirar, pues claro que sí, ¿acaso pensáis que el ministro del Interior es una hermanita de la caridad? Con perdón, Marcelo, espero no haberte ofendido. Pero es que tú mejor que nadie sabes cómo son estos: la encarnación misma de las fuerzas del mal. Suerte que te tengo a ti. Un ángel de la guarda nunca falla.

Aún no me lo puedo creer, es que no hay decencia. Yo siempre lo digo: menos independencia y más Biblia. Ahí están todas las respuestas. Y cuando las cosas se ponen feas, mejor olvidarse del Nuevo Testamento y centrarse en el Antiguo. Para plantar cara al enemigo, siempre ha sido más eficiente. Fulminante, diría incluso. Y ya no hablemos de las profecías. Esas son las mejores. Por ejemplo, el libro de Ezequiel. Ni idea, ¿verdad? Ezequiel 37:1-14: El valle de los huesos rotos. Y no, no seáis simples, que no va de romperos las piernas, aunque ganas no me faltan. «Cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestras sepulturas, pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis». ¿Lo vais pillando? Pues eso, si alguno cae en la tentación de darme por muerto, que se vaya olvidando. Marcelo y yo somos irreductibles.