Amenazas ambientales

Mar de plástico

Las partículas se han degradado y prácticamente diluido en las aguas del océano después de una larga exposición al sol

Campaña de Greenpeace contra los residuos de plástico en el mar

Campaña de Greenpeace contra los residuos de plástico en el mar / periodico

CARLES SANS

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Ya llegaron los primeros calores y, como cada verano, muchos acuden a nuestras playas, cientos de ellas con la bandera azul otorgada por la ADEAC por su calidad, su seguridad y su gestión ambiental. Aunque una cosa es la seguridad del agua para nuestra salud y otra su pureza. El sentido común me dice que cuando los índices de contaminación son suficientemente bajos para que no afecte a nuestro organismo dicha organización otorga una bandera azul. Igual que los alimentos, que aunque algunos sean considerados de consumo público eso no significa que no contengan sustancias tóxicas, pues, como sabemos, muchos llevan fertilizantes, pesticidas y conservantes, pero que al estar esos componentes dentro de unos parámetros considerados aptos para el consumo, Sanidad da su visto bueno.

Sin embargo, leo la noticia de que cada día se constata de que ese mar cristalino en el que nos bañamos está lleno de micropartículas de plástico contaminante. Son tan pequeñas que son ingeridas por los peces, y estos, al entrar en la cadena alimentaria, los consumimos con su plástico correspondiente. Es un plástico difícil de notar y no es el que estamos acostumbrados a ver en los reportajes de televisión, como son las redes de pesca, botellas de agua, sedales, etcétera, sino que se trata de uno mucho más pequeño y que se ha degradado y prácticamente diluido en el océano después de una larga exposición al sol. No lo obviemos: mucho de lo que echamos al mar acaba en nuestro estómago. Cuando una lavadora limpia un género sintético este desprende una infinidad de partículas de plástico que del desagüe van al mar. Las depuradoras son incapaces de filtrar esas partículas y vuelven a nosotros a través del agua que consumimos.

Vivimos en un planeta maravilloso que enferma día a día. ¿Se busca con suficiente afán una solución para que el plástico sea paulatinamente sustituido por otros materiales? Sé que se intenta; pero tal vez existen demasiados intereses y demasiados costes para que eso vaya más deprisa.