Dos miradas

Mar y piedra

JOSEP MARIA FONALLERAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No soy de los que se embelesan ante los espectáculos de la naturaleza. Tenía un amigo que decía que él solamente se emocionaba con la huella del hombre y que la cúpula del Panteón no era comparable a la más excelsa puesta de sol de un atardecer romano. Yo, como él, valoro en un grado superlativo el esfuerzo del escultor para luchar con el material, las inclinaciones y la tensión del mármol, y no me parece tan admirable la azarosa combinación de colores de un cielo rojizo.

Ahora bien, confieso que las fotografías de Jonathan Nimerfroh que publicó EL PERIÓDICO me tienen fascinado: los momentos en que unas olas se congelan en la costa este de Estados Unidos, en una playa de Massachusetts. La sola combinación de agua en movimiento continuo y congelación parece una contradicción en los términos, pero el hecho es que esta colección de fotos -de hecho, las olas son un granizado que permanece estático en un instante preciso- logra transmitir la ilusión de que el retorno sistemático y constante se convierte en piedra caliza, en roca que parece también mantequilla aceitosa, en hojas de un libro que dibujan ondulaciones con los pliegues de las páginas abiertas. Como explicó Valéryel mar es «toujours recommencée». Nos sorprende. Esta vez, de la manera más insólita, mezclando contrarios, creando una ilusión de certeza y movimiento que yo solo había reconocido antes en la tirantez de la piel de la Proserpina de Bernini.