Manifiesto por un psicólogo de cabecera

TOMÀS NAVARRO

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Mi propuesta es que en cada centro de salud se incorporen tantos -o más- psicólogos que médicos de cabecera...

¿Cuántos infartos provoca el estrés? Gran parte de las enfermedades coronarias están provocadas por trastornos de ansiedad no gestionados, pero no es el único ni tan solo el principal trastorno físico de origen psicológico. ¿Qué me dices de los problemas digestivos causados por la ingesta compulsiva de alimentos como intento para paliar la ansiedad? ¿Y cuál crees que es el origen de la mayor parte de los problemas musculares, de piel, cefaleas y un largo etcétera que sufrimos?

Todavía hay más y más serio, si es posible. Las situaciones de tensión elevada provocan debuts de enfermedades autoinmunes, alteraciones hormonales y activación y aceleración de procesos cancerígenos. Cuando estamos tristes o estresados enfermamos más y somos más vulnerables a los microbios, virus y bacterias que están a nuestro alrededor. El estrés o la ansiedad por si sólo no provoca ninguna de estas enfermedades; pero abren la puerta a todas ellas. Cuando nuestro cuerpo siente miedo o ansiedad, estamos activando nuestro sistema nervioso simpático, que a su vez, activa el sistema endocrino e inmunológico haciéndonos más vulnerables a cualquier enfermedad de origen ambiental o latente en nuestro código genético.

¿Crees que exagero con mi idea del psicólogo de cabecera? ¿Qué me dices de todas las personas que no pueden evitar el abuso de substancias tóxicas, sean drogas, alcohol o comida cuando se sienten tristes, solas, estresadas o frustradas?

Tengo más argumentos. ¿Qué hay detrás de muchos accidentes de tránsito? ¿Distracción por estar absorto en un problema? ¿Fatiga por la falta de descanso? ¿Decisiones impulsivas? ¿Sobrevaloración de las propias capacidades?

De momento sólo nos hemos fijado en temas médicos. No obstante un psicólogo de cabecera podría repercutir muy positivamente en temas sociales y laborales. Los trastornos psiquiátricos que menospreciamos, banalizamos y frivolizamos provocan millones de jornadas perdidas en forma de absentismo laboral. Además la falta de atención psicológica temprana es una de las principales causas de exclusión social.

No podemos perder más tiempo, el estrés es contagioso, la tristeza también. ¿Qué pasa en una familia con un padre estresado? ¿Y con una madre deprimida? ¿Qué les pasa a los hijos?

Estamos normalizando un estilo de vida antinatural, que genera más consecuencias negativas que positivas. En realidad únicamente genera consecuencias positivas en unos pocos y además son efímeras cuando no ilusorias. ¿Qué necesitamos que ocurra para darnos cuenta?

Si normalizamos la tensión y el estrés tenemos que crear una estructura para darle soporte. No lo dudes, necesitamos la figura del psicólogo de cabecera, de acceso gratuito y universal. Pensando exclusivamente en términos económicos verán que es la mejor de las inversiones, incluso que es barata. De hecho animo a que un fondo inversor haga una apuesta y organice un servicio privatizado; rápidamente verán que podremos reinvertir el presupuesto médico de una manera más efectiva y, lo que es más importante, las personas serán más felices, tendrán más recursos, podrán gestionar mejor la adversidad, tomar mejores decisiones y un largo etcétera de beneficios.

Creanme, si de algo estoy seguro, si hay algo que aprendido en mis años como psicólogo, es que el problema no son las grandes enfermedades, el problema es la acumulación de frustraciones, tensiones, desengaños, las consecuencias psicológicas que comportan y la traducción de las mismas en problemas físicos.