El hombre que quiso ser ministro y fracasó

Miguel Ángel Fernández Ordoñez durante una rueda de prensa.

Miguel Ángel Fernández Ordoñez durante una rueda de prensa. / periodico

JESÚS RIVASÉS

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Miguel Ángel Fernández Ordóñez fue Gobernador del Banco de España (2006-2012), justo en medio de la gran crisis y, por propia iniciativa o por recomendación del Gobierno de la época, pretendió pasar de puntillas sobre la que llegó a ser muy grave situación del sistema financiero español, especialmente el de las cajas de ahorros. Fernández OrdóñezMAFO para muchos, aunque detesta que se utilice ese acrónimo para hablar de él, siempre quiso ser  ministro y lo rozó, ya que llegó a ser secretario de Estado. Por eso, lo que para cualquier economista hubiera sido el premio gordo de convertirse en Gobernador del Banco de España, para él fue algo así como una pedrea de consolación.

MAFO y el Banco de España, al inicio de la crisis, pasaron de puntillas por los problemas sobre todo de las cajas de ahorros, que se saldaron con su desaparición y conversión en bancos, no sin un largo y prolijo proceso, que tuvo su fin de fiesta con la salida y posterior fiasco de Bankia y el definitivo rescate financiero. MAFO, un buen economista, nunca fue experto en el sistema financiero. Como Gobernador del Banco de España también estaba en el Banco Central Europeo y prefería concentrarse en la macroeconomía y en recomendar con frecuencia e insistencia la conveniencia de flexibilizar el mercado laboral, igual que ahora su sucesor Luis María Linde se ha metido en el charco de aconsejar un retraso en la edad de jubilación.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiso eludir la crisis financiera, sobre todo de las cajas, y MAFO colaboró. La funciones del Banco de España de vigilancia y control del sistema financiero corresponden en realidad al Gobierno que, sin embargo, desde hace décadas las tiene delegadas en esa institución. La personalidad de los gobernadores, desde los años ochenta, ha sido la que ha marcado su autonomía en este terreno, muy grande en las épocas de José Ramón Álvarez Rendueles (1978-1984), Mariano Rubio (1984-1992), y Luis Ángel Rojo (1992-2000), algo menor en la Jaime Caruana (2000-2006) y muy diluida en la de MAFO, alérgico a rifirrafes con el Gobierno y decidido a no salpicarse con nada incómodo. No le ha servido para nada. Ahora acudirá como investigado ante el juez Fernando Andreu por la salida a bolsa de Bankia, después de que así lo decidiera la Audiencia Nacional. Un juicio y una condena son hipótesis remotas, pero MAFO se lleva el sofocón por delante y, además, tendrá que dar algunas explicaciones incómodas. En los juzgados y en la Comisión de Investigación que creará el Congreso de los Diputados y que no persigue descubrir la verdad sino servir de cancha para la pelea política. No beneficia ni al PP ni, sobre todo, al PSOE, pero no la pueden evitar y Podemos y Ciudadanos quieren aprovecharla. También por eso, quizá se retrase hasta que concluya la de las grabaciones al ministro Jorge Fernández. Eso sí, en esa Comisión, MAFO, el hombre que siempre quiso ser ministro y fracasó en el intento, será uno de los peor parados. Inevitable.