Editoriales

La mafia rusa y la corrupción en Lloret

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es de dominio público que la costa mediterránea española se ha convertido desde hace años en el hábitat de un número indeterminado de grupos mafiosos europeos, sobre todo de países del Este. Si al principio se trataba de un fenómeno localizado en la Costa del Sol, la eclosión hasta el exceso de otros enclaves turísticos ha diseminado la presencia de estas organizaciones. Así, no resulta muy sorprendente la operación que ayer inició la Guardia Civil en Lloret de Mar, saldada de momento con la detención de cuatro personas. Las pesquisas iniciales apuntan al posible blanqueo de 56 millones de euros en apenas dos años por parte de la red, comandada por el ruso Andrei Petrov y entroncada con Semion Mogilevich, tenido por el mayor mafioso mundial de esa nacionalidad y uno de los 10 criminales más buscados por el FBI.

Si ya resulta inquietante que en la Costa Brava haya encontrado acomodo y refugio este tipo de delincuencia, la preocupación aumenta con los serios indicios de que personas del Ayuntamiento de Lloret han sido corrompidas por la trama. Las facilidades que tuvieron empresas (legales) de los mafiosos para abrir negocios y la obtención de concesiones públicas resultan ahora más sospechosas. Y es inevitable recordar que el que fue alcalde de Lloret en la época investigada, Xavier Crespo, fue señalado judicialmente por ingresos irregulares provinientes de la sanidad pública, una rémora que hace dos años frustró su acceso a la Secretaria de Seguretat de la Generalitat.

Crespo defendió ayer la «legalidad y transparencia» de los contratos de su época de alcalde, y sería deseable que la justicia lo pudiera corroborar, porque Lloret ya acumula en los últimos años, con los reiterados incidentes derivados de la condición de destino turístico masificado, excesivas malas noticias para su imagen. Pero, obviamente, más deseable aún es que aflore la verdad y la justicia deduzca responsabilidades. Máxime cuando los ciudadanos han llegado al hartazgo en lo que a corrupción política se refiere. En un mundo abierto y con libre circulación de capitales no resulta fácil luchar contra las poderosas tramas mafiosas, pero sería suicida dar por inevitable e irreversible su presencia, y aún más que logren corromper a personas con responsabilidades públicas. Es eso lo que está en juego en Lloret.