Al contrataque

Luis Enrique (2)

Manel Fuentes

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Este artículo enlaza con el publicado el 28 de octubre en este mismo diario tras perder el Barça frente al Madrid en el Bernabéu. Lo escribí mientras casi todos atacaban al técnico asturiano, y ya que felizmente para los culés se está cumpliendo el pronóstico, estaría bien que algunos revisaran ese texto. Por lo general, el aficionado está por encima de muchas intrigas de poder que tratan de ganar categoría aprovechando algún traspié del equipo, siempre con la imprescindible colaboración mediática.

La semana pasada es inmejorable para que los estudiantes de periodismo se doctoren analizándolaGuardiola, aparte de representar mucho en la historia reciente del barcelonismo, siempre se intenta guardar la mejor parte para representarse a sí mismo. Sabe cómo y a través de quién hacerlo. Es curioso: hace unas semanas, cuando vino, aparentemente como un socio más, al estadio, la prensa lo sabía y lo publicó. ¿Se imaginan quién se lo dijo? El miércoles pasado vivimos una gran semifinal de Champions, y al día siguiente muchos titulares insistían en el «gran partido» del Bayern, «solo» desbaratado por Messi. Hombre, desde el primer minuto el Barça se plantó varias veces solo ante Neuer, y en Alemania, que si algo saben es contar, ven que desde que se fue Heynckes el equipo no ha dejado de perder títulos que con él ganó, y que para quedarse solo con la liga alemana no hacían falta tantas alforjas. Y claro, critican a Guardiola. Aquí Messi está estelar, juega y hace jugar, pero sin un esquema de trabajo férreo, sin la exigencia que ha impuesto Luis Enrique sobre los que aún obedecen, este Barça no sería igual de competitivo. Y hoy hablar solo de Messi es desmerecer a un entrenador, una plantilla y una directiva que por lo menos en lo deportivo puede haber empezado un nuevo círculo virtuoso. A quien no le dio la gana recrearse en el elogio hacia Messi fue precisamente a Guardiola.

Lo que está claro es que por encima de los egos están los hechos. Y el aficionado, más allá del calentón del momento, también sabe coger perspectiva y poner las cosas en su sitio. Será divertido seguir la campaña electoral azulgrana que se avecina. Pero lo que de verdad es maravilloso es ver a este equipo en la recta final de la temporada. Entre tanto ego, conseguir el equilibrio no es fácil. Todas las rosas tienen espinas, y así intuye el aficionado que crecen hoy en su jardín. Porque ya nos dimos cuenta de que no hay cuentos de hadas con un solo príncipe azul.

Con los ojos de Tito Vilanova

¿Se acuerdan de Tito Vilanova? Traten de ver la última década del Barça con sus ojos y seguramente la asignación exacta de las porciones de éxito y fracaso del club la harán de manera distinta a como la lucen algunos.