Todo perro debería tener un niño

Lucía Etxebarria

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Cuando la trajeron de la perrera pesaba dos kilos. Tenía los ojos saltones como los de una rana, calvas en la piel y los dientes de la mandíbula inferior sobresalían sobre los de la superior. La llamamos Amy porque se le marcaban los huesos de las costillas, como a Amy Winehouse, y porque Winehouse significa 'bodega' y la perra, en teoría, era una bodeguera (cualquier parecido con una bodeguera de raza es pura coincidencia).

Temblaba sin parar. Se escondió debajo de una mesa y si intentabas acercar la mano pasa sacarla de allí, mordía.

Venía para quedarse unos días hasta que le encontráramos un hogar definitivo, pero pensamos que nadie querría un chucho más feo que insultar a una madre.

Hoy pesa casi cinco kilos. Sorpresivamente cuando cuelgo su foto en Instagram recibe comentarios del tipo "qué bonita", "es adorable".

Se hace pis por toda la casa, porque compite con la otra perra por marcar el territorio. Yo me he gastado en amoníaco y fregonas dinero como para comprarme un abrigo de marca. Muchos amigos me sugieren que me deshaga de ella

Mi hija empezó a ponerse enferma sin razón aparente. Aparte de la enfermedad congénita con la que nació, nunca había pasado siquiera un resfriado, ni había tenido que ir a urgencias. Decía que le dolía la cabeza o el estómago, que no podía ir al colegio. Se quedaba todo el día en la cama. La perra no se apartaba de su lado. Era difícil convencerla, incluso, de que se moviera para comer o para salir a la calle.

Finalmente descubrí lo que pasaba. Una niña con problemas de audición, que lee libros para adultos, a la que no le gusta el reguetón y que no ve la tele, y para colmo hija de una persona famosa, una niña así, en suma, es el blanco perfecto para ese tipo de niñatos que tienen que acosar a alguien para elevar su deficitaria autoestima.

No, no le pegaban. Ni le enviaban mensajes: ven la tele y a estas alturas saben de sobra que la policía tiene muy fácil rastrear una IP. Se llama'bullying indirecto' o 'social'. Hacer el vacío a un alumno y fomentar entre los compañeros la misma medida, propagando rumores falsos si hace falta.

La niña 'lideresa' que había iniciado todo el asunto va cada domingo a misa. Cuando mi hija tenía 8 años le dijo que estaba condenada a ir al infierno porque no estaba bautizada. Hay católicos de palabra que no tienen ni idea del mensaje de Cristo: "¡Ay de vosotros, hipócritas!, sepúlcros blanqueados, bellos por fuera, por dentro llenos de huesos podridos".

A la perra le da igual que la niña no oiga bien, que no sepa lo que es el reguetón ni pueda comentar un solo programa de máxima audiencia, porque no los ve. No le importa que la niña se pase el día leyendo, se tumba a su lado mientras lo hace. La perra sabe que esa niña la acogió en casa pese a que el primer día le pegase un mordisco que le hizo sangrar. Y que la sigue teniendo en casa aunque se haga pis.

El neurocientífico Gregory Berns utilizó como sujeto de experimentación a su propia perra, entrenándola con salchichas para enseñarle a estar quieta dentro de una máquina de resonancia magnética que escanea el cerebro. La investigación de Berns nos enseña por qué los perros empatizan con nuestras emociones. Las zonas que se activan en el cerebro canino cuando los animales huelen la ropa de sus humanos son las mismas que se activan en el humano cuando nosotros vemos fotos de nuestros seres queridos, y los canes desarrollan en su relación con nosotros la misma sustancia química cerebral que se activa entre las personas cuando aman: la oxitocina.

Cuando me dicen eso de "te preocupas más por los animales que por los niños" mi respuesta suele ser que me preocupo por los animales precisamente porque me encantan los niños. Normalmente, la persona que me reprocha esto no gasta ni un céntimo de euro ni un minuto de su tiempo en asociaciones de protección a la infancia o en voluntariado.

Por otra parte, les pregunto a ustedes: si tuvieran que irse a una isla desierta con a) Hitler, b) Pol Pot, c) Idi Amin Dadá, d) ese vecino al que usted odia profundamente desde hace años o e) un perro labrador entrenado para ayudar a invidentes, y solo pudiera elegir a uno, ¿a quién elegiría?

Mientras se lo piensan, voy a por la fregona, que la perra se ha vuelto a hacer pis.