A PIE DE CALLE

Los usos urbanos

La percepción del espacio público depende de la arquitectura, de la situación de los edificios y de la proporción de vegetación y asfalto

La sede de la torre Pujades, en la calle de Provençals, donde se mudará la filial de tecnología de La Caixa.

La sede de la torre Pujades, en la calle de Provençals, donde se mudará la filial de tecnología de La Caixa.

JOSEP OLIVA

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En las ciudades hay tres características que definen el tipo de estructura urbana y que repercuten directamente en la sensación que experimentan los ciudadanos en su paso por el espacio público. Una de ellas hace referencia a los usos urbanos en su relación con las arquitecturas donde se implantan. Y es que se deben tener claras las repercusiones urbanas que causan. Los otros dos conceptos son la situación de los edificios en relación a la alineación de las calles y la proporción que se establece entre ciudad y vegetación o entre aceras de peatones y calzada de vehículos.

Refiriéndome ahora al caso de los usos, la primera cuestión es el diferente comportamiento que muestran en relación al movimiento de personas que generan. Hemos de tener presente que los edificios de viviendas y los hoteles originan entradas y salidas de gente, a menudo, durante muchas horas, incluidos los fines de semana. Son los únicos usos que gozan de esta excelente cualidad que supone crear vida urbana casi continuamente. 

CALLES ANIMADAS

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Hay que añadir que el uso comercial en las plantas inferiores de las viviendas es la combinación perfecta para tener calles animadas. No se ha de olvidar nunca que las viviendas son la materia prima de la ciudad y que, sin ellas, no se produce vida urbana. Por otro lado, tampoco es nada positivo construir solo viviendas porque así "no se hace ciudad" y es lo que pasa tanto en algunos barrios de alto nivel económico, que se aíslan del resto de la trama urbana, como en barrios periféricos degradados que están muy mal dotados.

En cambio, los edificios de oficinas son muy poco positivos en este sentido, porque sus horarios implican crear un vacío urbano al caer la tarde y los fines de semana, cuando su ocupación es prácticamente nula. Por lo que respecta a los equipamientos, hay diversidad de horarios de apertura.

ESPÍRITU DE COMUNIDAD

Una cuestión derivada es como se debería distribuir la situación de los hoteles porque, si se acumulan en un barrio, lo desnaturalizan al obstaculizar que los residentes puedan adquirir un mínimo espíritu de comunidad y no caigan en un excesivo anonimato propio de muchas grandes ciudades. Es lo que ya está pasando en urbes que atraen a muchos turistas turistas y que crean un ambiente poco agradable. La solución consistiría en diseminarlos por la trama urbana, pero nunca concentrarlos en determinados barrios. Y es que la forma de situar los hoteles (y apartamentos turísticos) tiene claras consecuencias urbanas.

De acuerdo con les decisiones que se tomen en este campo, el funcionamiento de la ciudad varía. Es un tema urbano que considero importante pero que, desgraciadamente, no ha entrado en los planteamientos urbanísticos. Se dictan normas genéricas pero que no tienen en cuenta estas ideas precisas que afectan a les tres características señaladas y que, insisto, repercuten claramente en la manera vivir la ciudad. Aclaro que este planteamiento se refiere al modelo de ciudad (pública), que da un gran protagonismo al espacio público, pero no afecta nada al modelo (doméstico) en el que las calles solamente sirven para el paso de vehículos y que queda perfectamente reflejado en la mayoría de ciudades de Estados Unidos.