Los principescos 'altibajos'

El rumor creciente y publicado que asegura que el Príncipe y Letizia atraviesan una crisis bárbara, ha servido para que en Abre los ojos y mira (T-5) llenen casi dos horas de programa. ¡Ah! En ese plató el chismorreo regio lo trabajan con un arte muy atractivo y especial. Montaron una mesa a base de enfrentar a los que viven de impulsar y propagar la información oficialista sobre la familia real, criaturas expertas en el apuntalamiento del dique regio cuando se advierte que a lo mejor las aguas entran en fase de temporal, y frente a ellas pusieron a los informadores díscolos y asilvestrados que superlativizaban lo que los otros se aplicaban disciplinadamente en minimizar. ¡Ah! Con esta técnica, aunque no se llega nunca a ninguna conclusión fiable, se consiguen sesiones televisivas muy entretenidas. Dado que la propia Casa Real ha reconocido «altibajos» en la relación, pasaron mucho rato desmenuzando esta palabra. ¡Ah! La metafísica del significado de altibajo es inquietante. Puede entenderse como la constatación de un brinco o salto; o como los cambios sucesivos que alteran un orden determinado. Estuvieron acariciando esta palabra mucho rato. Pero el momento más aprovechable fue cuando Jaime Peñafiel dibujó la situación en estos términos: «El Príncipe es paciente, bondadoso y sufridor. Letizia no deja hablar a nadie, pierde los papeles, no se controla y es desagradable», y añadió como rúbrica final: «Es de origen modesto. Es dificil que encaje en una monarquía de sólidos principios morales». Hombre, este retrato que Peñafiel hace de Letizia forma parte de su habitual manera de tener protagonismo en los programas. Lo único novedoso es que después de lo que ya es vox populi sobre la relación entre el Rey y la Reina, después de lo de Corinna, después de lo del elefante, después de lo del yerno, y después de lo de la Infanta, que el bendito Peñafiel hable todavía de «monarquía de sólidos principios morales» suena a gag. Ni en Polònia lograrían mejorarlo.

ORTEGA LARA .- Después, Alfonso Merlos entrevistó a Ortega Lara, el ciudadano que sufrió el secuestro de ETA más largo. Ahora impulsa un partido llamado VOX. Le preguntó: «¿Se siente usted traicionado por Rajoy?». Contestó: «Me siento traicionado por la política que ahora el PP está practicando. Aznar no lo habría hecho». ¡Ah! Hay respuestas que definen idearios políticos de manera nítida y meridiana.