El turno

Los elfos andan revueltos en Islandia

XAVIER MORET

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Mientras los vulcanólogos advierten de un inusual aumento de la actividad del volcán islandés Hekla, y mientras las consecuencias de la crisis económica se siguen notando en esta isla remota, los diarios islandeses informan de una extraña rebelión de elfos en la localidad de Bolungarvík, en los fiordos del oeste. Todo empezó de la manera más inocente, con la construcción de unas barreras que pretendían frenar las avalanchas de nieve. Pero algo debió de hacerse mal, ya que los elfos (esos seres ocultos en los que creen un 60% de los islandeses) decidieron boicotear las obras, provocando fallos en la maquinaria implicada y hasta una explosión no prevista que arrojó unas cuantas rocas sobre el pueblo.

En Islandia, a los elfos se les toma en serio, hasta el extremo de que antes de trazar una nueva carretera los expertos estudian las rocas y, si creen que en ellas pueden vivir elfos, optan por desviar la vía. En el caso de Bolungarvík, una espiritista logró convencer al sacerdote local para que bendijera las rocas en las que se supone que habitan los elfos. El cura lo hizo, pero los episodios aciagos se repiten. Las últimas noticias indican que una serie de vecinos han pedido que el consistorio pida disculpas a los elfos por haber invadido sus rocas, pero el alcalde se ha negado, alegando que prefiere «opciones más racionales». Ante la negativa, el cantante localBenedikt Sigurdssonha decidido cantar junto a las rocas para apaciguar a los elfos, pero la historia aún no ha terminado.

Ignoro cómo acabará este episodio tan típicamente islandés, pero es mejor no tomárselo a broma. Visto el mal rollo que la erupción del volcán Eyjafialla repartió por el espacio aéreo europeo el pasado año, será mejor calmar a los elfos cuanto antes, con el método que sea. Y es que si les da por boicotear al turismo, ya tenemos el lío montado.