De Carlos Giménez a Juanjo Sáez

Como aficionado a los tebeos y dibujante frustrado salgo del letargo cuando escucho que Carlos Giménez (Madrid, 1941) publica el penúltimo tramo de su biografía y que, además, prepara la séptima entrega de 'Paracuellos', la de la infancia jodida.

El regreso a la obra de este gigante del cómic internacional es un ejercicio necesario contra la desmemoria y el analfabetismo histórico. Sobre la España que fue, la que ha sido y la que está siendo.

¿Otra vez?, exclamarán con cara de Rafael Hernando los hijos y nietos de 'muy muchos' franquistas. Otra vez, sí, les respondo recuperando el tono del abuelo Labordeta en aquella intervención en el Congreso frente a los 'hooligans' del PP. El clamor de Giménez resurge en las páginas de la testamentaria 'Crisálida' con voz ventrílocua frente a las canalladas cotidianas de todos los días.

Luchar contra el olvido cansa, agota. Hay que mirar hacia adelante, soltar lastre, recomiendan algunos como mantra de autoayuda. Quizá tengan razón. Fuera miedos, fuera rencores. ¿Una lobotomía a la rencorosa memoria histórica? Mal remedio este de cribar la política de todo lo demás. Las viñetas de Giménez son también acta notarial de la vida doméstica, de los usos y costumbres, del siglo pasado. Del blanco y negro al estallido de color.

RELATOS BIOGRÁFICOS

Como aficionado a los tebeos y dibujante frustrado, me alejo del deprimente paisaje dejado por el autor de 'Paracuellos', 'Barrio' y 'Los profesionales'. En la montaña de cómics encuentro la obra de Juanjo Sáez, dibujante incomprensible solo para los que no quieren comprenderlo.

De Giménez a Sáez se ilumina esa habitación oscura llamada presente. Un septuagenario admirado desde 'Dani Futuro' (plena adolescencia) que aguarda tranquilo pero rabioso el fin de meta. Sáez, un cuarentón reciente que busca novia y compone odas a Ada (Colau) mientras dibuja libretas usadas y tarjetas de visita. Sus 'Hit emocional', 'Arròs covat', 'Crisis de ansiedad' o 'Arte' son también relato biográfico.

Dos enormes narradores que no sé si tienen el placer de haberse conocido. Tienen tanto en común. Alguien debería presentarlos.