Los colores del arco iris

Sin dotar a los argumentos de tonalidades y matices, no hay explicaciones satisfactorias

Un avión pasa frente a un arco iris en Roma

Un avión pasa frente a un arco iris en Roma / periodico

RAMON FOLCH

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Mediante un prisma óptico, Isaac Newton descompuso un haz de luz blanca en todos los colores imaginables. Luego, mediante otro prisma, los volvió a recomponer en el mismo haz de luz blanca inicial. Demostró así que el blanco no era un color, sino el resultado de fundirlos todos en uno solo. La luz blanca solar, al atravesar las gotas de lluvia que actúan de prisma, escenifica este fenómeno de descomposición lumínica desde tiempos inmemoriales. Es el arco iris.

Cuando colgamos etiquetas propendemos a olvidar las diferentes y prismáticas caras de la realidad. El esquematismo mediático, por no hablar de la pobre concisión de los tuits, nos inclina al blanco o negro. El asilvestramiento de la política divide los diputados en míos y buenos o tuyos y malos. Cualquier intento de argumentar matizadamente provoca nerviosismo en la audiencia, que espera respuestas cortas, simples e inmediatas. ¿Cómo ser breve y monocolor en un mundo diverso y complejo?

La diversificación de situaciones ha acabado atribuyendo significados distintos a los mismos términos, sobre todo si designan fenómenos sociales o ideológicos. Feminismo o ecologismo, por ejemplo. O independentismo. O democracia. El franquismo llamaba 'democracia orgánica' al fascismo castizo. En el Parlament o en las Cortes, los diputados se tiran los trastos a la cabeza para ver quién es más demócrata, en una considerable exhibición de pobreza democrática. La equívoca polisemia babeliza el diálogo y complica la complejidad.

Realidad compleja, lenguaje equívoco y brevedad expositiva: una pésima combinación. Vivimos entre prismas retardados, pero exigimos blancos o negros inmediatos. Sin argumentos, tonalidades y matices, nadie puede explicarse. No por indefinición o pusilanimidad, sino por precisión y responsabilidad. El pensamiento es un luminoso arco iris descompuesto, difractado, refractado y reflejado. Olvidarlo es perderse en la falsa seguridad de la noche. Por cierto: soy partidario de la independencia. Con matices.