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Los 500 números del 'Popu'

Bertha M. Yebra y Martin J. Louis, fundadores de 'Popular 1', el jueves en Luz de Gas.

Bertha M. Yebra y Martin J. Louis, fundadores de 'Popular 1', el jueves en Luz de Gas.

RAMÓN DE ESPAÑA

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La revista de rock Popular 1, conocida familiarmente como el Popu, acaba de llegar al número 500 de aparición ininterrumpida -nació en 1973- y, para celebrarlo, sus fundadores, Bertha M. Yebra José Luis Martín (en arte, Martin J. Louis), organizaron un fiestorro el jueves pasado en Luz de Gas al que asistí a modo de disculpa personal por lo mucho que los había mirado por encima del hombro en mi loca juventud, cuando me creía el tío más listo de la prensa alternativa desde mis artículos en Star o Disco Exprés. En aquellos tiempos, hasta en el periodismo pop había trincheras. Por un lado estábamos los observadores vanguardistas, criados a los pechos de Tom Wolfe y Hunter S. Thompson y practicantes de cierto distanciamiento irónico sobre el mundo en general y el de la música en particular, y por otro, los que habían vendido su alma al rock and roll, mostraban tics de groupie y disfrutaban enormemente retratándose con sus ídolos. O sea, que los chicos del Star y del Disco Exprés nos considerábamos -¡pobres provincianos con pretensiones!- unos intelectuales y veíamos a los del Popu como una pandilla de gañanes adictos al heavy metal y demás aberraciones que nunca recibirían el nihil obstat de David Bowie, Bryan Ferry y demás santones de nuestra iglesia particular.

No sé para qué nos sirvió tanta exquisitez. En 1980, tanto Star como Disco Exprés se fueron al hoyo, mientras que el Popu ha llegado vivo y con buena salud -me contó José Luis que venden unos 14.000 ejemplares mensuales- hasta nuestros días. Y aún les queda dinero para montar fiestas e invitar a gente como yo.

Por esas cosas que solo suceden en Barcelona, nunca había cruzado una palabra con Bertha y José Luis pese a compartir el mismo espacio físico y mental. Los encontré encantadores y, olvidados los radicalismos juveniles, tremendamente coherentes. Ahora la revista la dirige su hijo César, pero ellos siguen ahí, supervisando. Y continúan escuchando música. Siguen siendo devotos del rock duro, pero me sorprendió saber que José Luis se ha hecho fan de Johnny Cash y que no le hace ascos al mejor country. 35 años después de la debacle del underground barcelonés, me di cuenta de que, en el fondo, todos habíamos estado siempre en el mismo barco: los del Popu en la proa, convencidos de navegar en la buena dirección; los del Star y el Disco Exprés, repartidos por la nave y pensando en el momento en que nos estrellaríamos contra algún arrecife.

La historia ha tomado partido por los creyentes sobre los estetas, y ahora -como dijo el señor Martín desde el escenario-, Popular 1 es la segunda revista musical más longeva de occidente, después del Rolling Stone norteamericano (el español chapa un día de estos, por cierto).

De traca

Otras revistas siguen en la brecha en esta época en la que parece que nadie de menos de 50 compre un disco, y Vibraciones aguantó lo suyo hasta que, en mi condición de redactor jefe, me la cargué a base de sacar en portada a gente como John Foxx Howard Devoto, que no le interesaban prácticamente a nadie. Rockdelux es un buen ejemplo. O Ruta 66, aunque ya no estén al frente mis viejos compadres Ignacio Julià y Jaime Gonzalo. Reconozco que no las compro porque con la británica Mojo voy que chuto, pero siento admiración por sus responsables, por toda esa gente cuya vida cambió gracias al rock and roll, como reconocía Lou Reed en una de sus canciones. Eternamente fieles a su primer amor, han conseguido ganarse la vida a su costa, lo cual ya es de traca.

A estas obviedades les daba vueltas en la cabeza la noche del jueves en Luz de Gas, sobrio como una colegiala (no como en los viejos tiempos), mientras hablaban Bertha, José Luis, Jordi Sierra i Fabra o Federico Navarro, colaborador muy dotado para la stand up comedy al que no se le ocurrió nada mejor que decir cuando fue a solicitar trabajo al Popu que le gustaban los Dire Straits y Supertramp, genuinos anatemas para el amante del rock duro. Yo lo hubiera echado de mi despacho a patadas, pero Bertha y José Luis lo contrataron. Y es que nunca he conocido a un devoto del heavy metal que no fuese una excelente persona, como demuestra Fortu en Tele 5.