EDSON LECHUGA, ESCRITOR

«Los 40.000 muertos de México son de todos»

Escritor. Pertenece al Movimiento Ciudadano de Mexicanos en Barcelona.

«Los 40.000 muertos de México son de todos»_MEDIA_1

«Los 40.000 muertos de México son de todos»_MEDIA_1

CATALINA Gayà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El viernes Edson Lechuga marchaba en silencio junto con los miembros del Movimiento Ciudadano de Mexicanos en Barcelona desde la plaza de Catalunya a la de Sant Jaume. Él repartía octavillas en las que se leía un ruego: «Un México en paz». Otros cargaban cruces. Casi todos llevaban la boca sellada con una cinta adhesiva en la que habían escrito la palabrajusticia.Mientras el velorio recorría la Rambla, una mujer lloraba porque asesinaron a su esposo. En México, el poeta Javier Sicilia llegaba a Ciudad Juárez encabezando la Caravana del Pacto Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad. Al poeta le asesinaron a su hijo.

-Caravanas en México y marchas en 20 ciudades de todo el mundo...

-Es la vía que tenemos los ciudadanos para exigir justicia. No podemos quedarnos de brazos cruzados cuando en México muere gente cada minuto. ¡Ya hay 40.000 muertos y 100.000 desaparecidos! Y nos incumbe a todos. El 98% de los asesinados ni siquiera tienen una averiguación previa. Este es un problema que atraviesa las fronteras de México.

-México está de luto.

-México lleva décadas de luto, pero hace poco que es consciente de ello. El terapeuta de todos los mexicanos es José Alfredo Jiménez, porque con México la relación siempre es al límite. Lo que ocurre ahora es que estamos construyendo las vías para ejercer la práctica ciudadana.

-Y usted insiste en que es global.

-Que se estén explorando nuevas vías de participación ciudadana sucede en México, en Barcelona y en todo el mundo. Que no interese que el genocidio mexicano sea un problema tratado de forma global tiene sus lógicas: los grandes capitales globalizan lo que les conviene. Pero este es un problema transnacional porque las armas vienen de fuera, de EEUU, y la coca se consume fuera. Bueno, ahora también dentro.

-¿Servirá de algo tomar la calle?

-Lo que está claro es que la clase política mexicana, y no solo la mexicana, está desvinculada de la sociedad civil. Esta no se siente representada y los políticos solo la buscan para legitimarse y luego se olvidan de ella.

-¿Cuál es la principal reivindicación de la marcha y de la caravana?

-La paz como consecuencia de la justicia, de la dignidad, de la punidad.

-¿Se considera un exiliado?

-No, yo me considero en la lucha.

-¿Puede un emigrado seguir luchando desde fuera?

-Mire, yo soy un mexicano viviendo en Barcelona. Nunca me he ido de México porque ni quiero ni puedo. Participo en esta lucha porque es una manera de gestionar mis duelos y de sentirme útil. Es una decisión: hacer o no hacer algo, y esta se toma se esté dentro o fuera de México.

-¿Qué hace en Barcelona?

-Escribo, soy escritor. Llegué a Barcelona en el 2002. Me debatía entre Montevideo y España. Creo que me decidí por Barcelona porque mis padres eran maestros rurales en la Huasteca poblana y cuando acababan las reuniones sindicales siempre cantaban a Serrat. Llegué para irme. Me parecía una ciudad superficial y eso no me interesaba.

-¿Adónde le llevaba su camino?

-Al sur. Yo soy montañés, nunca me hubiera imaginado vivir en una ciudad de mar. Experimenté el mar a los 11 años. ¡En Veracruz! En Barcelona conocí lo que era una ciudad de mar y algo como el fenómenoverano. ¡La ciudad se detiene! Yo nunca había vivido eso. Había vivido en Puebla, en Comitán (Chiapas), en Cincinnati (Estados Unidos), en el Distrito Federal, pero nunca en el mar.

-Entiendo que vino como turista.

-Sí, y con un currículo en la mano, una propuesta de taller y una singular alegría e inocencia mexicana.

-Ya lleva nueve años en Barcelona.

-Después de ese verano, afortunadamente llegó septiembre. Me mudé del centro a un barrio. Fue cuando me di cuenta de que yo podía vivir aquí. Barcelona no es unatop model;es una guapa de provincias. Claro que también hay un componente de azar, no lo niego, que ha hecho que me fuera quedando. Es donde me toca estar.

-¿Cómo se titula su último libro?

SEnDLlovizna. Lo presento el miércoles en La Central y lo edita Montesinos. Versa sobre los sentimientos menos prestigiosos como la venganza, la mentira, la traición... No podemos negar que nos constituyen a todos. Le digo algo: literatura es lucha.

-¿Dónde transcurren los hechos?

-En el Distrito Federal.

-¿Y Barcelona?

-Aparece en mis otros libros.