Gente corriente

Lisa Pram: «Decir que es una putada no es grave, todos lo pensamos»

«Decir que es una putada no es grave, todos lo pensamos»_MEDIA_2

«Decir que es una putada no es grave, todos lo pensamos»_MEDIA_2

Mauricio Bernal

Mauricio Bernal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

-Ocurrió en la escuela, un día por la mañana, antes de que los niños entraran en clase. Yo vi que María estaba con mi hija, se la había quedado mirando, así que me acerqué y empecé a hablar con ella y esperé la típica pregunta, qué tiene tu niña, qué le pasa, ese tipo de cosas. Pero lo que me dijo fue: «¿Tú eres la madre de esta niña?» Le dije que sí, y entonces me di cuenta de que estaba maravillada, decía que Andrea tenía luz, que tenía duende, y entonces comprendí que veía lo mismo que yo, veía lo mismo que veíamos Jaume y yo, y me pareció extraordinario.

-Así se conocieron.

-Así. Nos fuimos viendo y nos hicimos amigas. Yo tenía este diario, el cuaderno negro… ¿Le dio tiempo de ver el documental?

-Lo vi. El cuaderno negro. Donde anotaba todo.

-Exacto. Bueno, yo en ese momento ya sabía que María hacía cine, y pensé que a una mujer como ella, que contaba historias, un material como ese le podía servir. «Me da a mí que deberías echarle un vistazo», le dije.

Andrea padece una extraña y minoritaria enfermedad debida a la pérdida de una parte del cromosoma 5, lo que básicamente se traduce en un retraso psicomotor y del lenguaje. Se conoce como síndrome del maullido del gato (del francéscri du chat) por el llanto especial de los niños afectados, parecido a un maullido; o síndrome de Lejeune. Su historia y la de sus padres es la columna vertebral del documental que la directora de cine María Ripoll acaba justo de estrenar. Se llama como el malaventurado cromosoma.Cromosoma 5.

-Debían de tener una relación muy estrecha para que usted le enseñara eso. Algo tan íntimo.

-Se lo di sobre todo por su reacción inicial con Andrea. Porque había comprendido. Pensé que aquello le podía servir para crear un personaje, algo así, y de hecho ese mismo día a las tres de la madrugada me escribió un mensaje. Decía que aquello era potente. Que había que hacer algo. Así que empezamos a trabajar.

-¿Enseguida?

-Enseguida. Empezó como ficción, de hecho, pero María siempre decía: «No, no, la realidad es muy poderosa, muy poderosa». Muy pronto tuvimos claro que ninguna actriz podía hacer de Andrea, y al final vimos que era un documental. Pero yo creo que María lo sabía desde el principio.

-Eso significaba hacer pública su historia. ¿No le dio apuro?

-Claro que sí. Para mí fue muy difícil. Pero con María había mucha confianza, una confianza que se había gestado con el tiempo, y a mí eso fue algo que me dio mucha seguridad.

-¿Y lo de exponer a su hija? ¿Ponerla frente a una cámara?

-¿Andrea? Andrea se ha criado entre cámaras. Yo soy fotógrafa, y Andrea ha visto perchas de audio y esta clase de materiales desde muy pequeña. Para ella resultó bastante natural.

-Cuenta la historia desde el principio. ¿Fue doloroso revivirla?

-Mucho.

-Y suelta frases duras. «Has perdido el hijo sano que esperabas. Está allí, pero no es el hijo que esperabas».

-Yo creo que explicar las cosas como son, y como fueron, no es grave. Que es una putada todos lo pensamos, no creo que ninguna mujer embarazada esté pensando: «Ay, qué monos son los niños con un retraso, yo quiero un niño con un retraso». No. La diferencia es cómo lo expresas. Además, creo que era necesaria esa sinceridad para hablar de la magia posterior, todo eso tan maravilloso que se produce después con Andrea.

-¿Andrea ya vio el documental?

-Fue al cine a verlo, sí. Fue genial. Se levantó, se puso en el pasillo… Cuando veía que en la pantalla se reía, reía, cuando lloraba, se ponía triste.

-Usted firma el guion, aparece en los créditos codo a codo con María… ¿Había hecho algo parecido antes?

-Bueno, la verdad es que me siento cercana al mundo de la escritura, he trabajado con muchos periodistas, y además traduzco libros del danés.

-¿Del danés?

-Soy danesa.

-Ah. ¿Le gustó el documental?

-Sí. Quedé muy satisfecha.