Las trompetas anuncian la nueva era

Más allá de las vicisitudes deDominique Strauss-Kahn y deTeddy Bautista,el quiosco transpira estos días datos, vaticinios y gestos que anuncian una nueva era. Se han publicado sondeos (El País,La Razón) que auguran una holgada mayoría absoluta del PP; y el análisis del 22-M y de las últimas encuestas ha llevado aCarles Castro (La Vanguardia) a concluir que estamos ante la sintomatología de un cataclismo electoral que dará aRajoy unos 200 escaños por la desmovilización socialista.

Súmenle el aplauso de la derecha mediática a la división de la izquierda. Lazeja(colectivo de artistas e intelectuales de izquierdas que apoyaban aZapateroy al PSOE) lo deja, resaltabanAbcyLa Gacetatras la presentación, el sábado, de un manifiesto para refundar la izquierda desde el 15-M y al margen de PSOE e IU.«Los indignados quieren reconstruir la política y la izquierda aspira a reconstruirse a sí misma», constataba Raúl del Pozo (El Mundo), advirtiendo de que esta solo podrá salir del marasmo tras pasar ocho años sin bedeles, ujieres y asesores, por más queRubalcabase resista a perder la hegemonía cultural que la izquierda está a punto de perder. Y este margen de maniobra y de credibilidad deRubalcabaera el otro gran caballo de batalla, en el que descollabaFederico Jiménez Losantos(El Mundo). Bajo el títuloPepunto, nuestro héroe, escribía:«Resulta que Zapatero tenía a su lado al hombre que sí sabía cómo crear empleo (...). Es el Bautista de nuestra salvación, el mesías del empleo, el profeta de la recuperación económica, el Merlín de la rentabilidad empresarial, el Robin Hood capaz de robar dividendos de los banqueros ricos y repartirlos como hipotecas gratis para los pobres. ¿Que cómo se llama este político hecho milagro o este milagro hecho político? ¿Acaso no habéis visto sus carteles? ¡Es Pepunto!» Así suena la trompetería que anuncia el milagro liberal.