La rueda

Las primeras y las últimas veces

A partir de cierta edad, pongamos los 50, cada vez cuesta más estrenarse en algo

JULI CAPELLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La vida arranca llena de primeras veces. La primera mamada, el primer pipí, la primera papilla. De algunas primeras veces te acuerdas con claridad. El primer castigo cara a la pared con los brazos en cruz. El primer soldadito perdido. La primera vez que te dan un beso. Luego, la primera vez que tú lo das. El primer dulcigel en el quiosco de abajo. La primera navaja suiza multiusos. La primera vez que te subes a un árbol para comer un higo dulce. La primera comunión. La primera hostia. Y por fin la primera vez que te besan de verdad. La primera vez que oyes la palabra gilipollas. La primera bandeja de copas rotas. El primer viaje -sin los padres- a Italia. La primera moto de tercera mano. La primera asignatura cateada. El primer muerto -el abuelito-en la familia. El primer -impresentable- proyecto construido.

Aunque no logras acordarte de la primera vez que hiciste el amor, ni de cuándo subiste al primer avión, ni del primer libro que leíste, ni de la primera copa de champagne, ni de cuándo te graduaste, ni de cuándo ganaste el primer millón de pesetas.

hay deseadas primeras veces que no llegarán nunca. Jamás lograrás inventar un chiste ni tirarte en paracaídas. Tampoco bucear ni ligarte a una japonesa. A partir de cierta edad, pongamos los 50, cada vez cuesta más estrenarse en algo. Las primicias van menguando aceleradamente. Resulta arduo encontrar terreno virgen. Todo es repetición. No solo ya no hay más primeras veces, sino que comienza una nueva e inquietante lista: la última vez que... La última vez que viajaré a Nueva York. La última vez que haré el amor; la última vez que podré dar una voltereta; que veré a mi madre; que me bañaré en el mar; que me encaramaré a un árbol; la última vez que comeré jamón de los Pedroches.

Y curiosamente, las primeras y las últimas veces suelen acontecer en estío.