Las pensiones y el esmoquin del Coletas

Pablo Iglesias, golpe de efecto a golpe de efecto, ha vuelto a marcarle el paso a Pedro Sánchez. Descamisado ante el Rey y en el Congreso, se presentó de esmoquin en la gala de los Goya y posó junto a un descorbatado líder socialista. El jefe de Podemos cree que la política es espectáculo y televisión -lo escribió en Disputar la Democracia- y lo aplica a rajatabla. En Madrid y fuera de Madrid, excepto sus seguidores más fieles, casi todos le llaman Coletas. El estratega televisivo que es Coletas, con su mejorable pajarita negra, con toques de estudiada torpeza indumentaria machadiana, volvió a ganar la batalla mediática del fin de semana, sin tener que decir o hacer nada más. Pura imagen.

El intencionado camaleonismo indumentario del Coletas coincide con la aparición del estudio Las pensiones en España: situación y alternativas, de Ignacio Zubiri, catedrático de Hacienda Pública y profesor de Princeton, en el que pronostica una reducción de las pensiones de un 8% en el 2020 y de un 35% en el 2050. El trabajo de Zubiri, publicado por la Fundación de las Cajas de Ahorros, tiene la rarísima virtud en España de llamar a las cosas por su nombre. Levantará ampollas y los políticos de todo signo lo pondrán como chupa de dómine o, lo que es peor, lo ignorarán.

Zubiri, que no tiene pelos en el teclado de su ordenador, explica que las últimas reformas del sistema de pensiones (la del PSOE del 2011 y la del PP del 2013) se han reducido a bajar la cuantía de las prestaciones, con el único objetivo de que el gasto total de la Seguridad Social por este concepto coincida con lo que ingresa. Para lograrlo, Zubiri demuestra que simplemente se ha bajado la pensión inicial, el número de años en los que se cobra y que se ha introducido una regla automáticaque bajará las pensiones lo que sea necesario para que el gasto cuadre con los ingresos. Tan simple como poco explicado por los políticos y muy desconocido por los ciudadanos.

Ignacio Zubiri concluye que el valor real de las pensiones disminuirá desde el momento de la jubilación. Defiende que el sistema no quebrará, pero sí que las pensiones caerán entre el 8% y el 35% y que las reformas aplicadas -y las que anuncian partidos nuevos y viejos- parecen presuponer que los pensionistas carecen de derechos, les hacen cargar con el coste del envejecimiento general y crearán una sociedad envejecida y empobrecida. Y también recuerda que el Estado obliga a los trabajadores ser parte del sistema sin que les nadie les garantice si cobrarán mucho o poco. Zubiri, aunque no tiene la solución perfecta, propone algunas, discutibles, como todas. Todo indica que los políticos, viejos y nuevos, que tienen la obligación de abordar el problema eluden un asunto que escalda, como prueba que no figure en los contactos para formar Gobierno. Llaman mucho más la atención el smoking y los golpes de efecto del Coletas. Política televisiva, mientras la prima de riesgo supera los 145 puntos.