AL CONTRATAQUE

Las otras Valencias

JORDI ÉVOLE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En los últimos años he tenido la suerte de asistir en dos ocasiones a la fiesta que organizan los de la revista Cartelera Turia. Y las dos veces he tenido la misma sensación: me parecía increíble que esa gala se estuviese celebrando en la Comunidad Valenciana. Era como entrar en la Galia que el imperio establecido no había sabido conquistar ni con sus copas América, ni sus circuitos de F1, ni sus calatravas. Los de la Turia siempre me dicen lo mismo: «Évole, hay muchas Valencias, pero solo conocéis una».

Es una fiesta reivindicativa, protestona, ácrata, divertida, irreverente. Nunca se han olvidado de reconocer la lucha de colectivos de ciudadanos comprometidos con grandes causas. Fue en el 2008 cuando la Revista Turia premió a la Asociación de Víctimas del Metro de Valencia, cuando nosotros, los de Salvados, estábamos por otros menesteres. Y en la última edición no dudaron en premiar a los trabajadores en lucha de Canal 9.

Esas galas cuentan con la participación de Xavi Castillo, un cómico descomunal que no actúa, se desparrama, que ha dicho las cosas más bestias que yo he oído encima de un escenario. Castillo me recuerda al Rubianes más indomable. Ese Rubianes al que la caverna amargó la vida. La madre que los parió, que diría el Pepe. Bueno, él no sería tan fino.

Castillo está vetado en Canal 9 y en muchas poblaciones valencianas. La última vez, le dije que me encantaría verle un día presentando los informativos de la televisión autonómica valenciana. Y esta semana por un momento creí que mi sueño podía hacerse realidad.

La toma de la dirección de una cadena por parte de sus trabajadores me parece lo más romántico que ha pasado en el mundo mediático en los últimos tiempos. Ya sé que ha sido una acción desesperada y tardía. Pero me imagino la adrenalina de esa redacción, después de años de sangre de horchata. Y recuperar la simpatía de un público que había dado la espalda a tanta manipulación, que no sabría cómo definir, si grotesca o asquerosa. ¿Cómo nos hemos podido acostumbrar a tanta mierda sin hacer nada? Hasta su última directora ha declarado estos días: «Cuando me llamaron para dirigirla, la verdad es que no la veía nada. Hacía años que no me gustaba y en la mente tenía que había informaciones que no salían nunca» (El País, 8/11/2013).

Lo que ha pasado en Canal 9 nos tiene que servir de lección. En esta profesión, callarnos no sirve de nada. Aunque te calles, cuando vienen las vacas flacas te pegan la patada en el culo, y si te he visto no me acuerdo. Incluso si fuiste el más pelota de todos los pelotas. Si nos tienen que dar la patada que nos la den, pero no por habernos callado. Si acaso, que sea por haber hablado más de la cuenta. Al menos te irás a casa, pero descansado. Que es como lleva yéndose a casa hace muchos años Xavi Castillo. Aunque haga ya mucho tiempo que la tele de su país no le hace ni caso.