Las nuevas sociedades civiles

El liberalismo clásico sostenía que la vitalidad de la democracia debe medirse por el buen gobierno pero también por la fortaleza de la sociedad civil. Pero, ¿qué es la sociedad civil? La teoría dice que todo aquello que no se sostiene con el dinero público. Pero hoy la realidad es más compleja. Hay multitud de servicios pagados con dinero público, o cuyo precio depende del boletín oficial, que no sabríamos dónde situar. De la misma manera que empieza a haber derechos sociales que no los garantizan el presupuesto sino la financiación privada, vía mutualización o mecenazgo. Por ello a algunos les gusta hablar de «iniciativa social». Y en última instancia la crisis nos ha traído una nueva forma de sociedad civil en forma de autogestión como está pasando en muchos barrios de Barcelona. Lo cierto es que, hoy por hoy, la sociedad civil en sus más diversas formas sobrevive mejor a esta crisis que el sistema político en su conjunto, sin reaccionar y atrincherado junto a quien vive de sus miserias.

Nuevas alianzas

Una muestra de esta vitalidad se pudo palpar este martes en el encuentro promovido por el Grup Set y la Plataforma del Tercer Sector en Madrid. Se habló de un nuevo reparto de responsabilidades entre el Estado y la sociedad y de la necesidad de unir esfuerzos y medios entre las empresas productivas y las entidades de la economía social. Si esa alianza prosperase, las instituciones políticas quedarían tan en fuera de juego como han quedado con Podemos.

La impulsora de esta iniciativa es ese prodigio de la naturaleza que responde al nombre de Adela Subirana, empresaria y emprendedora que lleva media vida dedicada a vitalizar la sociedad a través del Grup Set sin esperar a que los políticos encuentren el momento de dedicarse a lo importante sepultados en lo urgente. Y en ese contexto, Subirana puso sobre la mesa estas lúcidas palabras de otro adalid de la sociedad civil, Jaume Vicens-Vives: «Muchos se preguntan si no es hora ya de que Catalunya tenga la plena responsabilidad de organizar su o sus parcelas de España y de plantear con Castilla un programa común para todos los pueblos peninsulares». Lúcido.