mi hermosa lavandería

Las margaritas

dominical 603 seccion coixet

dominical 603 seccion coixet / periodico

ISABEL COIXET

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hacía frío como solo puede hacer frío en París cuando no te has abrigado bien. Un frío húmedo, persistente y salvaje. Me había confundido de estación de metro –en aquel tiempo me confundía siempre de estación, de orilla y de barrio– y corría por la calle que no era, camino del Studio des Ursulines, donde proyectaban una película que ansiaba ver, desde que una foto en blanco y negro de dos chicas en biquini 'op-art' y un nombre, Vera Chytilová, se me habían quedado grabados en la memoria. Se llamaba 'Las margaritas' (1966) y durante hora y media recuerdo un torrente de imágenes y voces en checo, una morena llamada Marie 1 y una rubia llamada Marie 2, sonidos, ambientes, bombas, explosiones, hierba, campo, comida volando... que me impresionó de una manera indeleble.

Recuerdo haber salido del cine sin frío, conmocionada, emocionada y en estado de shock. Las películas podían también ser eso. Veinte años después de su rodaje, seguía siendo tan viva, gamberra y estimulante como en el momento de su rodaje. Y ya en el metro, de vuelta a casa, no me abandonaba la idea de que las películas también podían respirar esa libertad salvaje que rezumaba, y rezuma, Las margaritas. Y precisamente esa libertad fue la que le costó su carrera a su directora, Vera Chytilová. Tras el rodaje de 'Las margaritas', se produjo la primavera de Praga y la directora solo pudo rodar otro largometraje, tras el cual se le prohibió explícitamente volver a dirigir. Se destruyeron todas las copias de la película en Checoslovaquia y solo se conservaron en Francia y Estados Unidos. Volvió a trabajar en televisión, ya en los años 80, pero sufrió los ataques de la prensa, que la llamó con todos los epítetos que se les dedican a las mujeres que demuestran simplemente tener carácter: colérica, desequilibrada, arrogante, soberbia, diabólica, agresiva.

Tambien se la acusó de la amargura que compartía con otros artistas que se habían visto perseguidos por el régimen. La realidad es que la obra de la cineasta se vio brutalmente abortada en un momento de eclosión de su talento y que tanto ella como su marido, un director de fotografía, sufrieron enormes dificultades para salir adelante, a diferencia de otros cineastas, como Milos Forman, que decidieron emigrar a EE UU. Pero 'Las margaritas' –que puede verse gratis en Vimeo– siguió siendo una película de culto que ha influenciado a generaciones de cineastas. En el año 2000, ya con 75 años, recibió un premio especial a su carrera en el festival de Karlovy Vary. Cuando recogió su premio, dijo algo que se me quedó grabado: “Siempre hay que trabajar como si fuera la última vez que haces una película. No tengo ningún deseo de descansar, si hace falta, iré al rodaje arrastrándome”. Esa cita preside mi mesa de trabajo.