Las extrañas parejas

En algún momento de sus carreras, las estrellas de la canción deciden que están hartos de cantar solos y piden a otras estrellas que canten con ellos. Estos duetos han producido algunas canciones memorables y otras muchas absolutamente espantosas. De la misma manera que podemos percibir tan solo escuchando el tema si los que cantan congenian o no, cuando nos aventuramos en las procelosas aguas de Youtube, comprobamos que la química visual entre los cantantes a veces es absolutamente inexistente e incluso penosa. Uno de los duetos que en su día me pareció fascinante fue el que protagonizaron Whitney Houston y Enrique Iglesias con la canción 'Could I have this kiss forever'. Es uno de esos momentos en la historia del pop en que dos mundos chocan y lo que sale es uno de esos temas que uno busca con desespero en los karaokes para interpretar con mucho movimiento de brazos (Whitney) y actitud torera (Enrique). Los momentos del videoclip en el que ambos están juntos dan repelús, especialmente uno en que Whitney da un do de pecho y Enrique se queda sin voz. Confieso que soy fan de ambos cantantes.

Me alucina la voz de Whitney y, conociendo algo de su historia, es absolutamente milagroso que consiguiera grabar todos los álbumes que grabó. Y, sí, me fascina la capacidad de Enrique Iglesias para: a) No envejecer, b) Tener una novia que tampoco envejece, c) Ser listo buscando colaboradores (¡ese Pitbull!), d) Seguir haciendo videoclips rodeado de masas de mujeres en biquini (en los últimos ya es algo exagerado) y e) Haber triunfado durante tantos años sin saber cantar.

Hay muchos otros duetos inconcebibles: el de Elton John y Eminem es otro momento glorioso; David Bowie y Marianne Faithfull cantando 'I got you babe' te hace preguntarte bajo la influencia de qué drogas lo hicieron; Dolly Parton y Sylvester Stallone cantando 'Sweet lovin’' pone los pelos de punta (en el mal sentido); Lily Tomlin y Barry Manilow interpretando precisamente 'The last duet' es uno de los más raros; Natalie Cole y Nat King Cole cantando juntos, después de que este muriera, es una idea que sobrepasa todo lo sobrepasable y consigue ser conmovedora; David Bisbal cantando con Miley Cyrus (antes de que ella decidiera frotarse con todo lo frotable, fumar hierba a destajo y comprarse bodis tres tallas mas pequeños) es otro momento para la historia. Ninguno de los dos parece saber quién es el otro y el resultado de su llamémosle colaboración, gracias a Youtube, los perseguirá para los restos: es de esas canciones que seguro está en la lista de los 40 Principales en Guantánamo.

Uno de los duetos más locos y fallidos que he escuchado es el que protagonizaron Barry White y Luciano Pavarotti interpretando juntos (es un decir) 'You are my first, my last, my everything'. Si no es un hito en la historia de la música popular, debería serlo: dos hombres gordos, sudorosos, extravagantes, a los que sus irresponsables representantes aconsejaron mal, intentando encajar en algo que es absolutamente imposible y que va a fracasar de antemano. Es como cuando leemos en los periódicos los extraños compañeros de cama a los que, parece ser, nos van a llevar las próximas elecciones.