Editorial

Las cuentas de Ensenyament

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La consellera de Ensenyament presentó ayer las grandes cifras del nuevo curso escolar, que se abrirá en Catalunya el día 14 y que contará con el mayor número de alumnos matriculados hasta la fecha: 1,56 millones de alumnos, casi 13.000 más que el año pasado. Semejante crecimiento de la demanda conllevará un aumento de 790 profesores. La globalidad de las cifras no puede ocultar, sin embargo, que el número de docentes todavía será sensiblemente inferior al del año 2011, que es cuando se aplicaron los primeros recortes en el sector educativo y cuyos perversos efectos aún se dejan notar.

En un momento en que el panorama económico general del país parece anunciar mejores tiempos, el aumento de las partidas destinadas a las becas comedor o a las ayudas para material escolar resulta inexcusable y solo peca de cierta timidez en su dotación presupuestaria. Más generosidad en estos capítulos habría otorgado un mayor carácter social a las cuentas y ayudado a las familias más vulnerables, para quienes los gastos escolares constituyen una pesada mochila difícil de soportar. Quizá la cercanía de fechas electorales adornó de excesivo optimismo la presentación de los números de la consellera. Muchos son aún los flancos abiertos en un sistema educativo que se muestra incapaz de frenar las tasas elevadas de abandono escolar prematuro. La situación derivada de los años de crisis habría requerido un mayor entusiasmo en las inversiones.