Las chicas de 16 y 17 años también deben decidir

El ya exministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ayer, durante la comparecencia en la que dimitió.

El ya exministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ayer, durante la comparecencia en la que dimitió.

ARANTXA CALVERA

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Este martes ha sido un día de mucha satisfacción para todas y todos aquellos que hemos plantado cara al anteproyecto Gallardón que pretendía volver a penalizar el aborto en España en pleno 2014. Recuerdo que, cuando se aprobó la ley de plazos vigente, que permite el aborto libre durante las primeras catorce semanas, Ana Pastor, en nombre del PP se encargó de proclamar que lo primero que harían cuando llegaran al Gobierno sería derogarla . Mariano Rajoy, meses después, se presentó a las elecciones con un programa electoral sobre el que pivotaba una de las propuestas más ideológicas: la reforma del aborto que volvía a una ley de supuestos. Después llegó Gallardón y su anteproyecto, que planteaba una ley aún más restrictiva que la del 85. Una ley que era un ataque directo a la libertad de las mujeres, más propia de un pasaje de la historia de España bien negro: el franquismo de los años 60.

No sólo Gallardón ha hecho bien en dimitir por no haber conseguido llegar a un consenso en torno a su propuesta, sino que el Presidente Rajoy debería tomar nota. Él también ha perdido el pulso, al intentar imponer la moral católica a toda la ciudadanía mediante la aprobación de una ley que, finalmente, ha tenido que echar atrás y poniendo de este modo en evidencia los miedos de un gobierno ante la opinión pública y el inicio de su descomposición.

Qué fácil fue en realidad, que un gobierno de derechas, de un día para otro planteara una involución de más de 40 años

Ha sido la oposición ciudadana quien ha ganado la partida al gobierno, con innumerables manifestaciones, protestas y movilizaciones de todo tipo, como el tren de la libertad. Me viene a la cabeza la generación de mi madre, que treinta años más tarde ha tenido que volver a salir a la calle para reivindicar aquellos derechos sexuales y reproductivos que ya habían conseguido y que creíamos consolidados. Qué fácil fue en realidad, que un gobierno de derechas, de un día para otro planteara una involución de más de 40 años. También me vienen a la cabeza muchas chicas y mujeres, pero también muchos chicos y hombres que han luchado con nosotras para frenar esta ley. Esta semana era Emma Watson quien lo reivindicaba cuando se sumaba a la lucha feminista en la presentación de la campaña 'He for She' de Naciones Unidas. En la lucha por la igualdad de género y los derechos de las mujeres necesitamos a los hombres a nuestro lado. Sólo con el compromiso y la suma de los hombres a nuestra lucha conseguiremos avanzar realmente hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Pero a pesar de estar de enhorabuena, no podemos bajar la guardia. La modificación de la ley que ha propuesto Rajoy presume que una mujer de 16 o 17 años no tiene capacidad suficiente por sí misma para tomar una decisión como interrumpir su embarazo, pero, en cambio, sí para trabajar, pagar impuestos, realizarse una operación estética o decidir hacerse monja de clausura. La ley actual establece que al menos uno de los padres o tutores legales sea informado de la decisión de interrumpir el embarazo, pero sin ser necesario el consentimiento, puesto que la decisión final es de la chica. Es necesario que la ley continúe amparando su derecho a decidir en qué momento quieren ser madres.

Y no olvidemos tampoco que el Tribunal Constitucional aún tiene pendiente de resolver el recurso del Partido Popular a la ley vigente. Si como dice el Presidente Rajoy no hay consenso social para modificar la ley, en coherencia el PP debería retirar el recurso contra la ley de plazos.

El próximo domingo está convocada una manifestación unitaria que se celebrará en pueblos y ciudades de toda Catalunya y España. Aprovechamos esta movilización para celebrar que hemos parado la contrarreforma del aborto, pero que también sirva para exigir la retirada del recurso al TC y para mantener la actual ley donde las mujeres de 16 y 17 años pueden decidir interrumpir su embarazo libremente.