Al contrataque

La pesadilla del 'homo federalistus'

XAVIER SARDÀ

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Pesadilla: el homo federalistus no tiene el cerebro tan desarrollado como el homo independentistus. Es más, el homo independentistus está convencido de que, si pudiese, el federalistus sería sin duda independentistus. Además, el federalistus está en minoría y se reproduce menos, lo que augura su posible desaparición como especie. Llama la atención la falta de sensibilidad de los ecologistas ante esta potencial catástrofe biológica. Ni han pensado en reproducirlo en cautividad.

El homo federalistus se encuentra en estos momentos expuesto a un clima adverso, sin apenas defensas bioargumentales aceptadas. Algunos estudios certifican que se han producido contagios peligrosos. Es lo que le estaría sucediendo al homo futboleristus del Barça. ¿Está el Barça en crisis porque los jugadores se han infectado del virus de los pocos homo federalistus que van al campo?

Estímulos para evolucionar

El homo federalistus posee un marcado toro supraorbitario y una fuerte mandíbula sin mentón pero de dientes relativamente pequeños. Presenta un mayor dimorfismo sexual que el homo independentistus. En cambio, el independentistus posee capacidades mentales que le permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, lógica, matemáticas, escritura, ciencia y tecnología. Además, puede ser consciente de responsabilidades y peligros provenientes de la naturaleza, así como de otros seres humanos.

Algunos experimentos recientes pretenden demostrar que si un homo federalistus recibe determinados estímulos puede evolucionar -siempre con alguna precariedad- hacia el estatus biológico superior del independentistus. Por lo visto, se nutre al individuo federalistus con la lectura de artículos de opinión y algunas tertulias... Poco a poco la mente del arcantropo semisimio evoluciona, llegando incluso a razonar. Es posible que si el tratamiento mejora lleguemos a un estatus en el que el grupo sea independentistus al cien por cien.

Se recomienda mucha paciencia en las terapias de reciclaje biocerebral. Las columnas de opinión deben estar escritas pensando en la mentalidad limitada del federalistus. Utilícese un lenguaje paternal y sencillo, con apostillas y exégesis del bello mundo independentistus. No debe caerse en el error de intentar convencer a los de la misma especie. Hay que salvar a los que viven aún en la oscuridad evolutiva.

Debe, eso sí, extremarse la vigilancia del individuo aparentemente reorientado, porque se han dado casos de homo-falsarius. ¿Imaginan que el líder de la especie superior no fuese un auténtico independentistus? ¡Ojo con la simulación del falso converso!

(Menos mal que solo ha sido una pesadilla).