La Meridiana es mía

Estas dos semanas serán las del todo vale. Fuera y dentro del 'procés'

JORDI ÉVOLE

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Primera hora de la tarde del 11 de septiembre del  2012. Aeródromo de Cuatro Vientos (Madrid). A mi lado, Eduardo Serra, exministro de Defensa. Le comento que esa misma tarde se prevé una gran movilización independentista en Catalunya. Y Serra, un político experto, le resta importancia. "No será para tanto". El viernes se cumplieron tres años de aquella conversación, y lo que iba a ser flor de un día ya hace tiempo que es un jardín. Y el 27 descubriremos quién se ha metido en este jardín, si el Gobierno catalán, partidario de la independencia, o el Gobierno del PP, partidario de la unión pero no tanto de la reunión.

¿Vieron los dirigentes del PP lo que pasó en la MeridianaMeridiana? Qué más da si se concentraron medio millón de personas, un millón: fueron muchas. Como en el sexo, el tamaño no es lo más importante, sino que es el cuarto revolcón seguido, uno por Diada desde el 2012, a aquellos que han menospreciado al independentismo. Me quito el sombrero ante la perseverancia independentista, ante su capacidad de movilización, ante su civismo. No soy separatista, pero reconozco que se lo han currado.

Hay partido

Tengo la sensación de estar viendo un partido de fútbol. Hay un equipo que lleva años entrenando, con una afición entregada y quizá algo ansiosa para que les entreguen la copa. El otro equipo ha infravalorado al rival, tanto que durante años le ha dejado todo el terreno de juego. Y ahora corre para achicar espacios. A veces de una forma leñera y desesperada.

Pese a todo, según las encuestas, hay partido. En el equipo que mejor la toca se aprecian actitudes que les pueden jugar una mala pasada. Por ejemplo: un día después de la Diada uno de los dirigentes de CDC, Josep Rull, colgó en twitter una espectacular foto de la Meridiana a reventar, adornada con el logo de Junts pel Sí. Llevaban meses diciendo que lo de la Meridiana no era un acto de partido sino de la ciudadanía. Era lo que convenía. Pero al día siguiente ya se olvidaron de esa actitud integradora, y pam, se apropiaron de la Meridiana. Rull en plan Gollum: "La Meridiana es mía, mi tesoro". Le han dado la razón a personas como Ada Colau que decidieron no ir porque veían que el acto se usaría electoralmente. Cuando ve el lío que se ha montado, Rull anuncia que borra el tuitRull . ¿Qué habrán pensado los ciudadanos que fueron a la Meridiana sin sentirse representados por la candidatura donde CDC tiene un papel muy destacado, bastante superior al 3% de la lista, y ahora ven que se intenta apropiar de lo un acto transversal?

Estas dos semanas serán las del todo vale. Fuera y dentro del 'procés'Pero yo iría con cuidado con querer ganar votos haciendo de trilero. Son muchos los que tienen ilusión por votar. A cualquiera de las opciones. Que los políticos no conviertan la ilusión en ilusionismo. Porque, al final, les pillarán el truco.