La estelada de Calçada

Parece que ha causado más interés el lucimiento de un pin con la estelada en la manga de su chaqueta, que el excelente reportaje que nos ha ofrecido desde Kabul. Estoy hablando del regreso de Miquel Calçada a TV-3 con sus Afers exteriors. Su viaje a Afganistán ha sido una incursión luminosa sobre la realidad de un país que lleva 30 años en guerra, guerras que se han ido encadenando una detrás de otra y han marcado y condicionado muchas generaciones . La visita de Calçada al centro médico que dispensa prótesis a los miles de mutilados -muchos de ellos niños- por las minas que hay sembradas por todo el país ha sido particularmente dura, cruda y real. Su inmersión, luego, en un campo  de desplazados que han huido de la zona talibán de Kandahar, un verdadero campo de refugiados, ha sido una visión tan desgarradora que incluso el propio Calçada, al alejarse del campo, murmuraba completamemente touché por lo que acababa de ver: «Me provoca un sentimiento de culpa girar cúa y dejar atrás todos estos niños que no esperan nada, que no conocen nada más que la miseria». ¡Ah! Yo creo que Miquel Calçada, a lo largo de los años de viajero, ha consolidado un modo de mirar, una manera de enseñarnos el mundo, con un sello personal más que notable. En esta ocasión, no obstante, parece que el sello que ha quedado más resaltado ha sido el de la estelada pegada en la manga. Hombre, si llevar la estelada, y exhibirla, es sinónimo de independentismo, Calçada demuestra ser consecuente con su manera de pensar. Nunca ha escondido su independentismo. A mí no me molesta que en un programa de autor, en donde cuenta sus célebres monólogos interiores, llenos de mensaje, de opinión y de retranca, Calçada, explicite su ideario personal. Otra cosa sería que fuese presentador del Telenotícies.

¡Ah! En los Telenotícies no se lleva prendida la estelada en la bocamanga. Se practica otra estrategia. Por ejemplo, esa forma de montar y presentar los temas considerados desagradables, esos que afectan a personajes poderosos del pinyol de la Catalunya nostrada. Estos asuntos pasan por otra curiosa bocamanga informativa. Del excelente equipo de investigación que hay en TV-3, por ejemplo, no recuerdo que en los últimos años hayan emitido ningún trabajo de investigación propia que haya destapado algún escándalo de ese pinyol de la Catalunya nostrada. Incluidos contratos balompédicos extraños.