La clave

La cordada de Pedro Sánchez

Hasta Rodríguez Zapatero ha aportado su granito de arena al ninguneo del nuevo secretario general del PSOE

JUANCHO DUMALL

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Cuando el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aceptó participar en el programa Planeta Calleja, no sabía que el desafío al que le sometía el reality de la Cuatro iba a consistir en escalar el Peñón de Ifach, en Calpe, una aventura complicada para alguien que nunca había practicado el alpinismo. Pero el joven dirigente socialista, fiel a los consejos de su asesora Verónica Fumanal, está convencido de que para llegar a la gente hay que utilizar los medios de manera más audaz de como lo han hecho hasta ahora los políticos tradicionales. Si hay que entrar en directo en Sálvame, se hace. Y si hay que hacer rápel, también.

Lo que seguramente no sabía entonces Pedro Sánchez es que hay más riesgo de despeñarse solo en su despacho de la calle de Ferraz que en la pared vertical del peñón alicantino ayudado por las manos expertas de Jesús Calleja. Porque el secretario general del PSOE vive horas de tensiones, sinsabores y traiciones. Las encuestas siguen siendo negativas, el gigantesco globo de Podemos no se deshincha y, en Andalucía, la presidenta Susana Díaz se plantea adelantar las elecciones autonómicas a marzo. Si las gana y es capaz de frenar a Podemos tendría todos los argumentos para saltar al plano estatal y ser ella la candidata frente a Rajoy en las legislativas.

Hasta Rodríguez Zapatero -tan bambi él- ha aportado su granito de arena al ninguneo del nuevo secretario general. Ayer se supo que Zapatero se reunió en casa de José Bono con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, los dos hombres fuertes de Podemos. Lo hizo, por supuesto, sin avisar a Sánchez y en un momento en el que los socialistas han pasado a la ofensiva contra la fuerza emergente del líder de la coleta.

Conquistar un ochomil

¿Qué se dirían Zapatero e Iglesias en ese encuentro secreto? ¿Negaría Bono su supuesta pertenencia a la casta? ¿Pediría explicaciones Errejón por la reforma del artículo 135 de la Constitución? ¿Hablarían de futuros pactos en municipios y autonomías? ¿Harían bromas sobre el pipiolo convertido en jefe del PSOE? Si reconquistar la Moncloa es un ochomil para Sánchez, no les digo nada con semejante cordada.