Pequeño observatorio

La asociación, herramienta de creatividad

En las carreras de 400 metros no cuenta solo la potencia muscular del atleta sino el cálculo

JOSEP MARIA ESPINÀS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando se celebran los Juegos Olímpicos suelo seguir algunas pruebas por televisión. Evidentemente, yo no soy un atleta. He practicado ocasionalmente algún sencillo ejercicio deportivo, y dejo de lado la veintena larga de caminatas por varias comarcas de la Península. El ejercicio no pretendía batir ningún récord, sino recoger lo que me salía al paso y anotarlo para construir un libro.

Pero sí, me gusta contemplar las competiciones atléticas. Especialmente las carreras que dan tiempo a observar cómo evolucionan. La prueba de los 100 metros lisos es, para mi gusto, demasiado rápida. Son pocos segundos y la altísima velocidad no es expresiva. ¿Puedo decir que tengo una prueba favorita? La de los 400 metros lisos. Porque ya no cuenta solo la capacidad física, sino que a la potencia muscular se añade el cálculo sobre la marcha de los rivales, la elección del momento de cambiar el ritmo de la marcha.

Me atrevo a decir, pues, que en algunas carreras atléticas puede haber una dosis de creatividad. El lector tiene derecho a pensar que exagero, pero no. Porque se ha utilizado la palabra creatividad aristocráticamente, cuando, de hecho, en un momento u otro todos somos creativos. Hay una definición de la creatividad que me gusta, y que no es pretenciosa: «La capacidad de asociar dos cosas que antes no habían sido asociadas». Cuando me dediqué a la publicidad viví la proliferación de profesionales que presentaban unas tarjetas en las que, bajo el nombre, se leía: «Creativo». Siempre me pareció un poco afectado.

Hace años murió Florence Griffith, una gran atleta. Yo la admiraba. Tuvo un fatal ataque de corazón a los 38 años. En su caso, la voluntad y la inteligencia se asociaban para crear sus victorias. ¿De qué dependían? De la modesta pero suficiente capacidad creativa. De saber articular conciencia y músculos, de relacionar el esfuerzo con la visión de la meta. Las asociaciones le proporcionaban el máximo rendimiento.

Incluso un genio se nutre –quizá inconscientemente– de sumar ingredientes