La apuesta de Mariano Rajoy

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ayer, durante su comparecencia ante la prensa.

El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ayer, durante su comparecencia ante la prensa.

JOAN TAPIA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A medida que se sucedían las consultas reales crecían las dudas de Mariano Rajoy. Si el PSOE no se abstenía no saldría ni en la primera ni en la segunda votación. Haría el ridículo y entonces Pedro Sánchez lo podría intentar con viento a favor. Haría una oferta pública regeneradora, abrir un tiempo nuevo, de izquierdas 'ma non troppo'. Y por debajo de la mesa presionaría a Podemos y Ciudadanos: si no le ayudaban de alguna forma tendrían que afrontar nuevas elecciones. A Albert Rivera no le interesan y a Podemos tampoco, si el PSOE le puede acusar de ser el culpable de que en España no haya un gobierno progresista.

Estaba atrapado con 123 diputados. Sumando a Rivera 163. A trece de la mayoría absoluta y en la soledad absoluta. Sin nadie con quien negociar. Necesitaba la abstención del PSOE pero no la tendría. Pedro Sánchez no renunciaría a su oportunidad de llegar a la Moncloa y los 'barones' no rechistarían. Decidió dejar flotar el globo sonda de la renuncia a la investidura. Buena jugada, pero era confesar que no había ganado, que la victoria cantada la noche del 20-D era estéril. Por eso el jueves por la noche tuvo que pinchar el globo. Dijo que “evidentemente” iba a aceptar el encargo del Rey. El presidente, al que varios visitantes vieron esta semana “bastante 'down'” y quejándose de que no se le ponían al teléfono (el PSOE), no tenía otra opción.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"El l\u00edder del PP\u00a0","text":"ha dejado claro que se va para ganar, antes el candidato socialista debe haber mordido el polvo"}}

Pero a las 24 horas compareció en rueda de prensa –contundente- para decir que no aceptaba la investidura. Tendría 180 votos seguros en contra y “todavía” -la clave es ese “todavía”- carecía de los apoyos suficientes. ¿Qué pasó en esas 24 horas? El ambiente para su discurso de investidura empeoró. No tanto por la muy molesta dimisión de Federico Ramos, el subsecretario de la Presidencia y segundo de Soraya Sáenz de Santamaría, por el 'caso Aquamed' sino por su confluencia con la decisión de una juez de imputar al PP por la destrucción de los ordenadores de Luis Bárcenas. Su talón de Aquiles, aquellos 'mensajitos' que el inconsciente de Pedro J. Ramírez –bien lo ha pagado- publicó en la portada de 'El Mundo' un aciago domingo de julio del 2013. Toda la oposición se iba a regodear. Sánchez ya le dijo en TVE –para matarle- que no era una persona decente. Ahora la juez desempolvaba el museo de los horrores del PP, pero no tenía otro remedio que perder las dos votaciones. Y salir con imagen reforzada de perdedor.

Pero el viernes antes del almuerzo salió el sol. Pablo Iglesias le había propuesto al Rey –sin hablarlo antes con Pedro Sánchez- un gobierno de coalición PSOE-Podemos-IU presidido por Sánchez pero con él de vicepresidente. Y además reivindicaba carteras clave. Siempre pensó que este Iglesias era un irresponsable –un castigo divino al 'establishment'-  pero podía ser útil pues su ascenso mermaba la fuerza del PSOE. Y ahí estaba el regalo. Si un gobierno Sánchez-Iglesias podía tener el apoyo de 161 diputados estaba legitimado para no ir a la investidura con el apoyo de sólo 123 y Rivera parloteando.

Sánchez se estrellaría. Una cosa es negociar el voto de los diputados de Podemos en la investidura a cambio de un paquete de reparto, como ha sucedido en Portugal. Otra, un gobierno de coalición con un Alexis Tsipras que todavía no ha pasado por la 'peluquería Angela Merkel' de vicepresidente. Rajoy cree que es un escenario imposible porque privaría a Sánchez de toda respetabilidad. El PSOE no pasará por ahí. El editorial de 'El País' del viernes, que le molesto bastante porque pedía que se fuera, al menos revelaba el pánico que provoca Podemos. Con un 90%  de posibilidades, Sánchez fracasaría y no sólo saldría derrotado sino quemado. Quedará como un imbécil que había confiado en los niñatos esos. Entonces no podría negarse a que los que han sabido sacar a España de la crisis sigan gobernando con algunas concesiones a Ciudadanos e incluso a un PSOE razonable y obediente.

Si, quedaba mal al huir. Pero más vale que digan un día que 'por ahí huye un cobarde' que luego pasar a la historia como un valiente muerto. Además él no huye, hace un repliegue táctico, a la gallega, para que Sánchez muerda el polvo y poder volver como el salvador que, responsable, ofrece un pacto razonable –razonable ¡eh!- a Rivera y a estos del PSOE.

Ahora toca aguantar la tormenta, pero ya tiene experiencia. Era sólo el tercero en discordia, el patito feo, para suceder a José María Aznar y mira donde están ahora Rodrigo Rato Jaime Mayor, y lo siente por Rodrigo. Perdió dos veces ante José Luis Rodríguez Zapatero y mira donde está el tontainas de las ocurrencias que no era mal chico. Aznar y Esperanza Aguirre lo quisieron liquidar en el 2008 y les desarboló con la ayuda de Paco Camps y mira donde están ahora los tres. ¡Y dónde ese pedante de Artur Mas que le quería explicar la historia de Catalunya! La política exige piel de elefante, nervios de acero, aguantar las embestidas de los periodistas (aunque sea con plasma) y saber jugar los tiempos. Está claro que lo sabe hacer.  

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"En la Moncloa\u00a0","text":"creen que a Iglesias no les interesa gobernar con S\u00f1\u00e1nchez, sino dejar al PSOE tan marginal como el PASOK griego"}}

"¿Y si al final Pedro Sánchez, que sabe que en política hay que matar al enemigo, logra torear a Pablo Iglesias? Muy improbable", debió de pensar Rajoy. "Además, seamos serios, el escenario bueno para estos chicos que admiraban a Chávez no es el de salvar a la socialdemocracia sino que el PSOE se comprometa en una solución conservadora –como le pasó al Pasok en Grecia cuando dimitió Yorgos Papandreu- para destrozarlo después. Iglesias debe de creer que así ganará las próximas generales. Se equivoca.  Entre una izquierda radical y sin referentes europeos serios y el PP, volverá a ganar en el 2019. Bueno, yo o quien designe. Pero ahora a esperar que Pedro Sánchez muerda el polvo. Luego seré investido con la abstención socialista porque no podrán resistir la presión de los mercados y de dejar a España sin gobierno ante la amenaza separatista. Luego, si, tendré que rectificar algo. Esta legislatura me ha faltado mano izquierda.Bueno, a callar que quien tiene que gastar saliva es ese impertinente que me dijo que no era una persona decente. Pero con el ojo abierto no ronde por ahí una Anna Gabriel y me corten la cabeza como a Mas".

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"El Cercle, contra nuevas elecciones y por la reforma de la Constituci\u00f3n","text":"Fueron las conclusiones de la junta del lunes. Pero no se hizo lo habitual \u2013redactar una opini\u00f3n de actualidad-, sino que el mi\u00e9rcoles Costas comunic\u00f3 a\u00a0Mariano Rajoy, y el jueves a\u00a0Pedro S\u00e1nchez, esta posici\u00f3n. Para\u00a0Costa, el Cercle no le toca concretar qu\u00e9 Gobierno ser\u00eda el mejor, pero si recordar que reformar la Constituci\u00f3n exige acuerdos m\u00ednimos entre los dos grandes partidos. Tras sus entrevistas est\u00e1 esperanzado. Cree que el desbloqueo costar\u00e1 y quiz\u00e1s llegue al final de un proceso tortuoso. En tiempo de descuento. Como en Catalunya. \u00a0"}}