KERS

Seguir las narraciones de la Fórmula 1 no es fácil, cada vez hay más términos técnicos ajenos al simple aficionado. Uno de los vocablos más frecuentes es el KERS, acrónimo inglés que hace referencia la energía cinética, pero que en descripción de cronistas sabios como el de este diario, Miguel Martínez, significa aprovechar y acumular la energía de los frenos para trasladarla a la aceleración. La competición de los grandes bólidos publicitarios limita su uso a no todos los circuitos y cuando la distancia entre coches sea mínima.

Algo debió aprender Ana Botín de su padre Emilio para haber aplicado el KERS a la primera ocasión que ha tenido. Se deshace de Javier Marín antes de la próxima curva de los resultados anuales del Santander, que no serán de buen recibo de los comisarios supremos de Wall Street, ya reticentes con el cambio de piloto del Santander -de padre a hija- sin pasar por los boxes de los fondos de inversión. Martín representaba una filosofía de conducción serena, adaptada a cada circuito (los distintos países donde el Santander domina),  al gusto de la afición local. Ana Botín ha decidido que no. Tiene encima a los fondos de inversión descontentos con esa manera familiar de repostar y la presidenta ha tirado de KERS. ¿Cómo tomará la curva?