Juventud, divino tesoro

Dice Miquel Iceta que si sus compañeros confían en él podrá empezar el camino de los cambios, «pero los tendrá que culminar la generación de Núria Parlon», la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, que este agosto cumple 40 años y que el fin de semana pasado protagonizó una espantá al más puro estilo del torero Curro Romero, dejando al partido (aún más) en estado de shock. Pero Iceta la comprende y la justifica. Deposita en ella y en su generación las esperanzas futuras del partido.

Escribió Rubén Darío: «Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Cuando quiero llorar no lloro... y a veces lloro sin querer». Ya es eso. Como su último gran libro, Cantos de vida y esperanza (1905). El PSC está en ello. Y, de momento, diferentes jóvenes van ocupando lugares de responsabilidad en el círculo más estrecho de confianza de los principales líderes.

Ya Pere Navarro hizo en su día una apuesta decidida por un joven Víctor Francos como jefe de gabinete, y dice la leyenda (que todo apunta a que no lo es) que uno de los desencadenantes de la renuncia del primer secretario habría sido la negativa del aparato a asumir a Francos de secretario de organización, como quería Navarro. Porque Francos era de esa juventud que va creciendo en la sombra, igual que Gisela Vargas (en la treintena), que trabajó para el breve líder a nivel de discurso, también con mucha mano en el que pronunció en su despedida.

Vargas, el invierno del 2007, hizo un artículo para la Fundació Rafael Campalans bajo el título Los jóvenes y la política. Allá apuntaba cuatro tipologías de jóvenes: «acomodados», «conformistas», «arriesgados» y «decepcionados». ¿Dónde ubicar a la generación Parlon? Ello dependerá en buena parte de las expectativas que los Iceta depositen en ellos. Por cierto, el artículo de Vargas sobre los jóvenes lo escribió junto a Héctor Mora (también en la treintena), que fue coordinador del think tank del PSC, que trabajó ya con el alcalde Jordi Hereu en el área de discurso, y que ahora ejerce estas funciones en el grupo municipal de Jaume Collboni en Barcelona. Un grupo municipal donde el regidor David Escudé (1975) es la cara visible del grupo conocido como el de «los barbudos» en la federación de Barcelona. Jóvenes con ambición y métodos a menudo expeditivos, que tienen de referente a Ferran Pedret (1979), diputado y ahora mano derecha de Collboni en el PSC de la ciudad. Estos arriesgan, y ya levantan ciertas ampollas en las agrupaciones. Como mínimo, no esperan a que otros les hagan el trabajo menos agradecido.