Al contrataque

Juramentos a la carta

No hay peor teatro que el que hacen los honestos porque su candidez provoca un leve aburrimiento ético

Pablo Iglesias coge en brazos al hijo de Carolina Bescansa, este miércoles en el Congreso.

Pablo Iglesias coge en brazos al hijo de Carolina Bescansa, este miércoles en el Congreso. / PH//PDH//KV/

Xavier Sardà

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A ver... ¡el siguiente! ¿Qué le pasa?

-Mire, doctor, he tenido un poco de vértigo de ese no inhabilitante del todo, pero suficiente para humanizarle a uno. Durante un par de días me ha invadido una nostalgia muy mecánica. Casi relojera.

-¿Ya está mejor?

-He mejorado, doctor. Pero sigo sin entusiasmo. Me gustaría ser favorable a la hoja de ruta y simpatizar con Puigdemont y su juramento bajo cero... Y mire que su segundo apellido es molt honorable senyor Casamajó. ¡Lo que son las cosas!

-Ya veo. Si usted se cierra, no simpatizará con nada ni con nadie. Hay que ponerle un poco de ilusión por nuestra parte.

-Doctor, soy una catástrofe empática. No me complace lo teatral de Podemos en el Congreso, ni los juramentos larguitos y mal leídos, ni la inquietud electoral de Iglesias que, disimulando, disimulando, nos llevará a nuevas-viejas elecciones.

-Lo de jurar el cargo es una antigualla sin sentido. Por otro lado, si los de Podemos ven que con nuevas elecciones ganan votos, están en su derecho. Es aritmética legítima. No se obsesione. Si sigue así, me criticará usted hasta las rastas.

-Doctor, no hay peor teatro que el que hacen los honestos porque su candidez provoca un leve aburrimiento ético, oiga... Los de Podemos ya están en campaña pero no lo dicen. No habrá Gobierno.

-¿Y qué le importa? Haremos una terapia para que se tome las cosas con más distanciamiento. Vive la política como si fuera un adolescente.

-La adolescencia encierra el derecho a cometer errores de aprendizaje y ubicación, doctor. Es inevitable y debe ser así. Pero la adolescencia en política es menos sobrellevable.

-Sea optimista, a lo mejor hay pacto PSOE-Podemos. Puede que la izquierda se ponga de acuerdo.

-Qué ingenuo, doctor... ¿No se acuerda de la pinza de Anguita? ¿Y cuando la República? Los socialistas divididos entre los de Prieto y los de Largo Caballero, los comunistas divididos y a palos entre estalinistas y trotskistas del POUM, y los anarquistas llevándose mal con casi todos.

-Vaya rollo con la historia... Pero ganó el Frente Popular.

-Sí, pero luego acabaron a la greña. Nada, doctor, la izquierda siempre dividida.

-Venga, haremos un tratamiento y verá las cosas mucho mejor... y si no, le ingreso.

-Doctor, si es que es un recital. Puigdemont nos lleva a la desconexión chup-chup. Errejón y compañía han descubierto la sopa de cebolla y que este país es plurinacional. Descansa el niño de Bescansa y, paradójicamente, llora Iglesias ante el Parlamento.

-Critica a los podemitas y nada dice ni de Sánchez ni del grupo catalán del Senado. Muy vivo, usted.

-Pero, hombre, si los barones del PSOE ya le han dejado a caer de un burro... Perdón, ¡a los pies de los caballos!