Josefina, el galgo que venció a la horca

Cuanto más veo la tele, más quiero a mi perro. Permítanme que hoy haya modificado un poco esta célebre frase de Diógenes -que luego popularizaron con acierto Lord Byron y Gerald Durrell-, porque quiero hablarles de la extraordinaria labor que lleva haciendo <b>Dani Rovira</b> en '<i>El hormiguero'</i>. Aparece, intermitentemente, una vez cada semana, o cada dos, o cada tres, y nos presenta a un perro. No son perros cualquiera. Son criaturas que han sobrevivido a la bestialidad de las llamadas personas. Esta semana nos ha presentado a Josefina, un galgo que ha podido vencer a la horca. Su dueño o dueña quería deshacerse de Josefina. Y le ató una soga al cuello y la colgó. La dejó ahí, suspendida en el aire, lanzando los últimos espasmos antes de morir. Pero Josefina, milagrosamente, escapó de su propio ahorcamiento. Y después de un año de vagar sin rumbo ni esperanza, unas almas piadosas la recogieron. Tenía todavía la soga que le aprisionaba el cuello. Se había incrustado alrededor de su garganta más de dos centímetros por lo menos. Los vasos sanguíneos no fluían. Estaban comprimidos. Y esta falta de fluido de retorno le provocó un agrandamiento de la cabeza. Ya no parecía un galgo. Parecía un monstruo. Ahora, a base de cuidados y de amor, Josefina se está recuperando poco a poco. Y Dani Rovira ha conducido a Josefina hasta el plató de 'El hormiguero' en busca de que alguien la adopte. ¡Ah! Puede que ustedes se extrañen de que hoy le dedique la columna a un pobre perro. Aunque no estén de acuerdo, solo aspiro a que me comprendan. Yo podría, tranquilamente, transformar este rincón en un monográfico diario sobre las perversiones que nos hacen, por ejemplo, los informativos. Los de las cadenas públicas sobre todo. Hay material de sobra. Si ayer les comentaba la manera de contar la reciente '<i>cimera'</i> del Palau por parte de los tamborileros del TV-3, hoy tocaría hablarles de cómo ha dado el 'TD' estrella de TVE-1, el de las 21.00 horas, el escándalo del fiscal <b>Moix</b>. Comenzaron, el martes 30, escondiéndolo más allá del minuto 13. O sea, vamos a no darle importancia al tema. Luego ya no pudieron disimularlo más, y lo tuvieron que dar hasta en el sumario de apertura. ¡Ah! Siempre a remolque de esa actualidad, tan incómoda.

Pero hoy he preferido hablarles de un galgo llamado Josefina que, a pesar de la maldad de algunos que se llaman personas, ha sobrevivido a la horca. Ustedes perdonen.