José Luis Moreno y sus muñecas

El creador de 'Escenas de matrimonio', 'La noche en Paz' y otros 'shows' televisivos volvió a ser apaleado, esta vez de manera verbal, en el programa 'Hable con ellas' de Telecinco. El nuevo formato de Mediaset y que suele capitanear Sandra Barneda en compañía de Yolanda Ramos, Beatriz Montañez, Natalia Millán y Alyson Eckman, se convirtió en uno de los desnudos más integrales de la historia de la televisión. Si hasta el momento creíamos que seguir a los colaboradores por los pasillos o hacer llorar a alguien en directo era lo más pornográfico televisivamente hablando, pudimos ver que no, lo es mucho más el  sacar los trapos sucios de manera rápida y descarada del invitado en cuestión.

Y por desgracia de él, José Luis Moreno fue al que le tocó pagar la burraJosé Luis Moreno. Llegó convencido al programa, arrancándose incluso a cantar durante su presentación provocando la risa de los allí presentes, pero al cabo de un rato, el rol de fiesta y buen rollo cambió. Yolanda Ramos, una de las presentadoras, le reprochó al creador de Pepa y Avelino el pago de una actuación valorada en 25.000 pesetas, a lo que Moreno no supo muy bien qué responder y empezó a perder el sentido común en cada una de sus palabras, hasta que decidió abandonar el plató, no sin antes criticar el formato y a sus conductoras.

Televisión canalla

Ante esta situación, lo más fácil sería defender al formato y a la libre expresión de sus presentadoras, y que a pesar de que lo voy a hacer en el siguiente párrafo, creo que también es justo medio defender el papel de Moreno. Durante muchos años y gracias a sus buenos amigos del oficio, ha sido una persona muy respetada y a la que difícilmente se le podía reprochar nada, pero en los tiempos que corren todo ha cambiado y el también debería saberlo. Quizás aún peque de inocente o farde falsamente de un estatus que ya no dispone, pero en cualquiera de los dos casos debería de cambiar el chip.

La televisión ahora es más canalla que nunca y se busca el dinamismo inesperado en cada segundo. Ramos fue audaz sacando el tema del impago y avergonzando a Moreno y eso para mí es aplaudible, indistintamente de que sea verdad, se firmara un contrato o estuviera en una servilleta de papel como Messi, me da igual. Él esperaba un baño de piropos y ovaciones por su trabajo, pero la actualidad manda y sus últimas apariciones en prensa han sido casualmente por temas que desvarían como los problemas económicos o la ya más que conocida agresión en su domicilio. Tampoco me pareció justo que dijera que fue para hacer un favor al programa. Perdone usted, fue a cambio de un dinero como hace todo el mundo, porque por amor al arte dudo mucho que mueva un pie y bien respetable que me parece. Pero demagogia y falso sensacionalismo, no.

Aceptar el rol

Aquí todos sabemos cuál es nuestro papel y tenemos que aceptarlo y desde luego, el abandonar un plató a media entrevista es mucho menos profesional que cualquier pregunta que te pueda des encasillar en un momento dado. Y aunque es cierto que al programa aún le falta trabajo y definir los turnos de palabras, la manera de formular las preguntas y definir aún más si cabe el formato, me parece feo decir en el último minuto de aparecer en pantalla que nadie se siente en el programa. Si todos jugásemos al juego de tirarnos piedras encima de nuestro tejado, le digo yo señor Moreno que muchos de sus programas hubiesen durado mucho menos de lo que ya han durado. ¡Ah! Y felicite a sus nuevas generaciones familiares por el buen trabajo en 'La que se avecina', que yo a diferencia de usted, sí que invito a la gente a verlo.