Jordi Pujol alcanza el paraíso... fiscal

La confesión del expresidente de la Generalitat de que ocultó dinero en el extranjero durante 34 años conmociona a Cataluña en pleno proceso soberanista

Jordi Pujol, y su mujer Marta Ferrusola, en un acto en 2010

Jordi Pujol, y su mujer Marta Ferrusola, en un acto en 2010 / periodico

JOSÉ ANTONIO SOROLLA

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Una de las escenas que mejor expresa el poder del periodismo es la última secuencia de la película titulada en España 'El cuarto poder' (Richard Brooks, 1952). El director de The Day, un periódico abocado al cierre por problemas económicos, da la orden de que se ponga en marcha la rotativa con la noticia en primera página de un delito que implica a un mafioso. Cuando la rotativa ya funciona, el director, encarnado por Humphrey Bogart, llama al mafioso y coloca el teléfono junto a la máquina para que el poderoso oiga el sonido de los rodillos y sepa que lo que no quería que se publicase está ya impreso. La noticia, aquello que alguien no quiere que salga a la luz, es imparable.

La misma sensación que sentía Humprey Bogart la vivieron --la vivimos-- los periodistas de El País en Barcelona cuando bajaron a la rotativa en la madrugada del 19 de mayo de 1984, hace 30 años. La primera página se abría a tres columnas con el titular 'Inminente querella del fiscal del Estado contra Jordi Pujol y otros responsables de Banca Catalana'. Las situaciones eran distintas, diferentes los presuntos delitos, pero la sensación era la misma. La noticia se publicaba después de jornadas de rumores en voz baja y de presiones en voz alta que podrían explicar muy bien los fiscales José María Mena y Carlos Jiménez Villarejo, a quienes respaldó el fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón Barba.

Diez días después, el 30 de mayo, Jordi Pujol salió al balcón de la Generalitat y, ante una manifestación de apoyo, gritó que, con la presentación de la querella, el Estado había hecho una "jugada indigna" contra Catalunya y exclamó que, en adelante "de ética y moral, hablaremos nosotros, no ellos", en referencia al Gobierno central. Pujol estaba acusado de falsedad en documento mercantil y apropiación indebida, cargos que finalmente se desestimaron en un polémico pleno de la Audiencia de Barcelona. El banco en quiebra fue adquirido por el BBVA.

Confesión insólita

En aquel momento, Pujol ya ocultaba en el extranjero parte de la herencia de su padre, Florenci Pujol Brugat, evasión que ha reconocido ahora, 34 años después, en un comunicado insólito que se convierte en el testamento del pujolismo, que explota en medio del proceso soberanista y que se publica solo cinco días antes de la entrevista entre Mariano Rajoy y Artur Mas.

Los paralelismos de las informaciones sobre la fortuna de la familia Pujol y el caso Banca Catalana son al menos dos. Por una parte, el padre de Pujol fue uno de los fundadores del banco y, por otra, la respuesta de los nacionalistas catalanes a cualquier insinuación sobre irregularidades económicas ha sido siempre la misma: la denuncia de la mala gestión de Banca Catalana era un ataque a Catalunya y la publicación de los presuntos negocios oscuros de la familia Pujol eran también ataques a Catalunya.

Cuando Jordi Pujol fue acusado en el 'caso Banca Catalana' ya ocultaba en el extranjero parte de la herencia de su padre

Con una excepción: cuando Pujol admite la existencia de dinero opaco al fisco, su sucesor Artur Mas, que había denunciado las informaciones previas sobre cuentas en el extranjero como ataques a Catalunya, asegura ahora que todo es un "asunto privado" que no afecta ni a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), partido del que Jordi Pujol es aún presidente de honor, ni al Gobierno catalán.

En el comunicado que hizo público el viernes, Pujol alude a que el dinero de su padre ubicado en el extranjero procede de "una actividad económica de la que ya se ha escrito y comentado", sin más precisiones. Se refiere a la aparición de su progenitor en 1959 en un lista de evasores de capitales a Suiza. En ella figuraban Florenci Pujol y su socio David Tannenbaum, ambos con negocios en bolsa y fundadores después de Banca Catalana. Su presencia en la lista, sin embargo, les obligó a utilizar testaferros para adquirir la Banca Dorca, embrión de Banca Catalana.

Esta no es la única ocultación del comunicado. En el texto no se menciona ni la cantidad de dinero evadida al fisco ni el país donde se encontraba ni el coste de la regularización fiscal. Se insinúa que ha tenido un coste alto --algunas informaciones hablan de un pago a Hacienda de cinco millones de euros por aflorar cuatro millones depositados en Andorra--, al producirse una vez cerrado ya el periodo de la última amnistía fiscal, pero otras fuentes --inspectores de Hacienda-- aseguran que no existe penalización al tratarse de una regularización voluntaria.

Insulto a la inteligencia

En cualquier caso, la gravedad del caso no reside en las cantidades, sino en el hecho mismo de que, durante más de tres décadas, el hombre que presidió la Generalitat 23 años ocultó dinero a Hacienda mientras daba lecciones morales a los ciudadanos sobre sus deberes cívicos y se quejaba del maltrato de los gobiernos centrales a la institución que presidía. Y la explicación de que no encontró tiempo para arreglarlo es un insulto a la inteligencia.

El expresidente de la Generalitat no explica ni la cantidad ni el país en el que se ocultaba el dinero a Hacienda

¿Por qué se produce ahora el arrepentimiento y por qué motivos? Algunas fuentes atribuyen el destape a las informaciones que habían empezado a publicarse sobre movimientos de dinero de la familia Pujol en cuentas de Andorra, procedentes al parecer de un exempleado de un banco que habría sustraído documentos.

El Mundo había publicado que durante un mes a finales de 2010 y principios de 2011 la esposa de Pujol, Marta Ferrusola, y cuatro de sus hijos (Oriol, Oleguer, Marta y Mireia) habían hecho 11 ingresos en Andorra por valor de 3,4 millones de euros. Se sabe también que otros dos hijos, Josep y Pere, se habían acogido a la amnistía fiscal.

Con la regularización voluntaria, la familia intentaría evitar la vía penal ante posibles nuevas revelaciones. Otro objetivo de Jordi Pujol, que se desprende del comunicado, sería preservar a sus hijos de posibles responsabilidades e intentar explicar con esta confesión las diversas operaciones económicas presuntamente irregulares en las que van apareciendo implicados.

Otros casos

El objetivo, sin embargo, está lejos de ser alcanzado. Los casos que afectan a los hijos de Pujol no se limitan a la ocultación que ahora se desvela. El mayor, Jordi Pujol Ferrusola, fue acusado por su examante María Victoria Álvarez de llevar a Andorra 400.000 euros en billetes de 500 y de 200.

Él y su exesposa, Mercè Gironès, están imputados por blanqueo de capitales por el juez Pablo Ruz, que investiga el movimiento de 32,4 millones durante varios años en 118 operaciones bancarias en 13 países, algunos de ellos paraísos fiscales. El juez indaga asimismo el desembolso por parte de ambos de 15,3 millones en 2012 en solo cinco dias y en diversas operaciones empresariales.

La confesión de Pujol no alcanza a explicar todos los negocios presuntamente irregulares de sus hijos

Oriol Pujol, el único de los siete hijos que se dedicó a la política, acaba de abandonarla al estar imputado por cohecho y tráfico de influencias en el caso ITV, y otros tres hijos, Josep, Pere y Oleguer, han sido relacionados en alguna ocasión con negocios en la raya entre lo público y lo privado cuando su padre era president o posteriormente.

La confesión de Pujol ha conmocionado a Catalunya. Sus repercusiones en la situación política son aún imprevisibles. La primera debería ser que los medios nacionalistas se tentaran la ropa antes de achacar cualquier irregularidad revelada a presuntos ataques contra Catalunya. Cuando todo se desmorona, la verdad, como se acaba de demostrar, a veces es más prosaica y más dolorosa.

Este artículo ha sido publicado originalmente en Zoomnews.es