Gente corriente

Jordi Girard: «Si el mundo se hunde, volvamos a lo esencial»

Máster en andar. Este experto en movilidad inicia mañana la vuelta a Catalunya en 50 días: 1.000 kilómetros ¡a pie!

«Si el mundo se hunde, volvamos a lo esencial»_MEDIA_3

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GEMMA TRAMULLAS

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Esta aventura doméstica arranca en Terrassa con la convicción de que no hace falta desplazarse a países remotos para vivir emociones intensas. Si vamos sin prisas, podemos encontrarlas a la vuelta de la esquina.

-El mundo tal como lo conocemos se hunde, ¿y usted sale a caminar?

-Si el mundo se hunde, salgamos de la vorágine y volvamos a lo que es natural, a lo esencial, que es lo que siempre funciona.

-¿Y qué es lo esencial?

-Tu vida personal, tu cuerpo, tu tiempo. Salir y pasar un tiempo caminando tú solo te da perspectiva y te ayuda a relativizar lo que pasa a tu alrededor.

-1.000 kilómetros a pie es mucha perspectiva.

-La idea surgió un día que salí a caminar por mi pueblo, Santa Linya (La Noguera). Dormí en una cueva y por la mañana seguí hasta el pueblo de al lado. Aquellos dos días que pasé solo en la naturaleza fueron muy intensos y, de no haberme faltado provisiones, hubiera seguido hasta el siguiente pueblo, y el otro. «¿Y por qué no toda Catalunya?», pensé.

-¿Qué equipaje se lleva?

-Un saco y una esterilla, algo de ropa de recambio y un hornillo para cocinar. La idea es dormir al raso y en casa de la gente que quiera invitarme.

-¡Qué morro!

-No es por morro. Mi intención es hacer un viaje de inmersión, acercarme más a las personas, conocerlas, y para eso me gustaría entrar en sus casas y vivir como ellos. Los viajes son una oportunidad para hacer fotos, pero también para conocer otros puntos de vista sobre la vida.

-Por eso lo llaman «escapadas».

-Yo estudié ingeniería, tengo un máster en movilidad y era jefe de proyectos en Barcelona Serveis Municipals (BSM), donde pusimos en marcha el Bicing, las zonas 30... Tenía la vida muy estructurada y un trabajo que me ocupaba casi todo el tiempo pero no me llenaba. La mayor parte del sueldo lo gastaba en salir, comer, beber y viajar para escapar de mi vida diaria, desconectar e intentar vivir el momento.

-Así está montado.

-Mi inquietud iba en aumento hasta que, en verano del 2009, leí un libro,La semana laboral de 4 horas, que pese al título tan comercial me ayudó a entender qué era lo que me agobiaba del trabajo, qué deseaba hacer realmente y cómo podía conseguirlo. A la vuelta de vacaciones, dejé el trabajo y me fui un año a viajar por Asia, de Pekín a Estambul.

-Dejar un trabajo fijo y un buen sueldo en plena crisis parece un crimen.

-Me parecía que corría más riesgo si me quedaba indefinidamente en un trabajo que no me llenaba y viviendo una vida aparentemente segura que no me motivaba. Quería dirigir mi vida y vivir de lo que me gusta.

-¡Y quién no!

-Antes de salir de viaje seguía teniendo muchas dudas. Mi transformación empezó en Laos, donde experimenté una forma de vivir muy contemplativa; en la India conviví con los pueblos del Himalaya y dormía en monasterios y casas particulares. Conocer culturas que enfocan su vida de forma tan distinta a la tuya te lleva a cuestionarte tus paradigmas y tu ritmo de vida. Entonces empecé a contactar con comunidades locales con vistas a abrir una agencia que ofreciera este tipo de viajes de inmersión cultural (www.terrakiaviatges.com).

-¿Y la agencia le da para vivir?

-Me hace falta poco dinero para ir tirando y como vivo de lo que me gusta no gasto dinero en desconectar.

-Tampoco podría pagarse las vacaciones que anuncia su agencia.

-No necesito irme 15 días, porque durante un mes y pico ya me dedico a viajar buscando nuevos destinos. Ofrezco un servicio para personas que están machacándose cada día en el trabajo, que no tienen tiempo pero que desean vivir una experiencia especial en 15 días. Yo también he estado en esa situación.

-¿Y ha conseguido trabajar solo cuatro horas como dice el libro?

-Estoy sobre las 20 semanales. Eso sí, puedo trabajar desde donde quiera. A menudo salgo de casa con una libreta y trabajo desde el parque.