Editorial

Intolerancia con los intolerantes

El autobús de Hazte Oír y las declaraciones del obispo de Canarias son un ataque a los valores de igualdad

Autobús que recorre Madrid con el polémico mensaje del grupo ultracatólico Hazte oír, este martes.

Autobús que recorre Madrid con el polémico mensaje del grupo ultracatólico Hazte oír, este martes. / periodico

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Un mensaje en un bus: «Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si naces mujer, seguirás siéndolo». Un obispo, Francisco Cases, el de Canarias, que se declara más triste porque en la gala Drag Queen del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria haya ganado una comparsa con referencias a la Virgen que por el accidente aéreo de Spanair en el que murieron 154 personas. Estos casos ejemplifican cómo desde diferentes ámbitos (en este caso, el grupo ultracatólico Hazte Oír y la Conferencia Episcopal, respectivamente) se atacan principios básicos de la convivencia como el respeto a la orientación sexual, en ocasiones al amparo de la libertad de expresión.

De la beligerancia verbal de una parte importante de la Iglesia española contra derechos y la igualdad (el aborto, el matrimonio homosexual, la igualdad de género) hace tiempo que hay sobrada noticia. Los métodos de la ultracatólica Hazte Oír nos remiten a lo más rancio de la sociedad española, pero aun así su mensaje es igual de intolerante, como demuestra el autobús tránsfobo que recorrió Madrid y con el que pretendía circular por Barcelona y L’Hospitalet. 

Cabe aplaudir la petición de la Fiscalía Provincial de Madrid al juez de que prohíba de forma cautelar la circulación e inmovilice los vehículos utilizados por Hazte Oír en su campaña contra la transexualidad. De la misma forma, es elogiable la firmeza de las alcaldesas de Madrid, Barcelona y L’Hospitalet del Llobregat (Manuela Carmena, Ada Colau y Núria Marín) al oponerse a la circulación del bus en sus ciudades. Corresponde a la justicia determinar si la campaña constituye un delito de odio, pero no yerra la fiscalía cuando afirma que el mensaje crea «un sentimiento de inseguridad o temor entre las personas por razón de su identidad u orientación sexual», con el agravante de que son menores los destinatarios.

Hay que permanecer alerta ante cualquier intento de deshacer el camino hacia la igualdad que emprendió hace tiempo la sociedad española. Campañas como la de Hazte Oír y declaraciones como la del obispo de Canarias (y de otros prelados, como el de Córdoba) son intolerables y como tal deben ser denunciadas, en la arena pública y ante la justicia si es necesario. Hay que ser intolerantes con los intolerantes.