ideas

Incorrección emocional

RAMÓN De ESPAÑA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Lo confieso: la otra tarde me eché a llorar viendo Radio Tele Taxi. Y no de rabia, como cabría esperar, sino embargado por la emoción que me transmitía el difunto Demis Roussos cantando Morir al lado de mi amor, cuyo lirismo exacerbado (y vagamente pomposo) siempre me llega al alma (me ocurre con The air that I breathe, de Albert Hammond). Soy consciente de que esta afirmación puede acabar de hundirme en el universo hipster, pero es que ya estoy harto de que la corrección política haya llegado a la música popular. Si dices que has soltado el moco con Scott Walker, Tom Waits, Antony and the Johnsons o Sinatra, no hay moderniqui que te tosa, pero como disfrutes de algo emocionalmente incorrecto -algún tema de Chiquetete-, prepárate para el desprecio de los tuyos.

El pobre Demis Roussos ha pasado a la historia como un griego gordo, cubierto por una túnica ridícula y encaramado a unas botas de plataforma, que cantaba canciones babosas. No negaré que una parte notable de su repertorio dejaba bastante que desear, pero cuando acertaba, acertaba. Ahí están temazos como We shall dance, When I was a kid o Velvet mornings. Por no hablar de sus comienzos en el lado progre del pop como cantante y bajista de Aphrodite's Child, interesante grupo (vale, también algo pomposo) en el que estaban el baterista Lucas Sideras, del que nunca más se supo, y el teclista Vangelis Papathanasiou, quien tras deshacerse de su sonoro apellido, triunfó con la música de Blade runner o Carros de fuego.

Con la voz que Dios le había dado, Demis Roussos podría haber hecho lo que quisiera. Lamentablemente, optó por un pop blandito, como para parejas de alemanes de mediana edad en Mallorca, que lo condenó a la irrelevancia y a unas ventas millonarias. De vez en cuando, imponiéndose a sus compositores y a su visión pantuflista de la existencia, grababa canciones como Morir al lado de mi amor, con la que pienso gimotear a gusto durante lo que me queda de vida, se pongan los hipsters como se pongan. ¡Abajo la corrección emocional!