La Idea no suma

Durante los últimos años, deportistas, intelectuales, científicos, empresarios y todo aquel que tuviera cierta relevancia pública ha sido invitado -empujado, inducido, presionado- a pronunciarse sobre el procés. También aquellos que nunca habían sentido la necesidad de pensar sobre la independencia y aquellos que se negaban a analizar la realidad a través del lente nacionalista. Pese al ingente esfuerzo por hacer comulgar a toda la ciudadanía con la Idea, las primeras encuestas sobre las elecciones municipales en Barcelona invitan a la reflexión. Así, la coalición de izquierdas que lidera Ada Colau apunta a alcanzar el segundo puesto en la disputa por el gobierno local. Una seria amenaza para el alcalde Xavier Trias, debilitado por la posible pérdida de dos concejales en beneficio de ERC. La entrada de la CUP en el Ayuntamiento no está asegurada. Y, tras este baile, la suma nacionalista se quedaría justo donde está.

La irrupción de Barcelona en Comú confirma que hay una nutrida representación de ciudadanos que se niegan a que el discurso independentista secuestre el debate y relegue a un segundo plano la lucha social. Pero nada está escrito. No hay que minusvalorar la influencia de CiU ni la capacidad de movilización de un engranaje propagandístico que, aun en horas bajas, se afana por mantener vivos los rescoldos del soberanismo, aunque sea a base de magnificar las anécdotas o teñir de opinión las noticias.