Iceta ofrece un salvavidas al que Artur Mas no se agarrará

Ante la división en el soberanismo, el líder del PSC estaría dispuesto a ayudar a que el 'president' agote la legislatura a cambio de orillar el proceso secesionista y centrarse en combatir la crisis

JOSÉ A. SOROLLA

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Ante la división en el bloque secesionista, el primer secretario del PSCMiquel Iceta, ha vuelto a ofrecerse a Artur Mas para que pueda agotar la legislatura, que termina en 2016, sin convocar las elecciones "plebiscitarias" inmediatas que exige ERC. Iceta no reclama a cambio una renuncia al 9-N, pero sí orillar el proceso secesionista para que el eventual pacto CiU-PSC se centre en combatir la crisis económica, garantizar el Estado del bienestar, regenerar la democracia y buscar mientras tanto una solución para un nuevo encaje de Catalunya en España. El propio Iceta, sin embargo, tiene escasas esperanzas de que su oferta sea aceptada.

Desde que a mediados de julio se hizo cargo de la primera secretaría del PSC, Iceta ha insistido en ofrecer un pacto a Mas. Lo hizo ya en agosto, en unas declaraciones a la agencia ACN, entonces con el objetivo de cambiar la doble pregunta de la consulta soberanista y buscar un acuerdo con el Gobierno central para que el referéndum fuera legal.

Repitió la oferta en el debate de política general, celebrado a mediados de septiembre en el Parlament, unos días antes de que se aprobara la ley de consultas, con el apoyo del PSC, pero con su advertencia de que no podía utilizarse para preguntar sobre la independencia y de que sería suspendida por el Tribunal Constitucional, como así ocurrió.

DIVISIÓN SOBERANISTA

Ahora, a menos de 20 días del 9 de noviembre, Iceta vuelve a lanzar un salvavidas cuando Mas ha abandonado la celebración de la consulta tal como se previó en el decreto firmado con gran solemnidad en el Palau de la Generalitat, y la ha transformado en un "proceso participativo" --nuevo eufemismo en boga-- provocando la división del bloque soberanista.

La reiteración de su oferta, a través de una entrevista en el diario El País, quiere aprovechar precisamente esa división, aunque el propio Iceta admite que "cada día que pasa se hace más difícil ver una perspectiva de continuidad de esta legislatura". Iceta no le pide a Mas que abandone el 9-N, pese a que lo considera un "engaño", porque "hasta el 9 de noviembre aquí no se va a mover nada" y el día 10 "Mas tendrá que decidir si se pliega a las presiones de la Assemblea Nacional Catalana y de Esquerra, que quieren elecciones ya, o prefiere explorar otros caminos". 

¿Está Mas en disposición de resistir la presión para convocar las llamadas elecciones plebiscitarias y explorar esos otros caminos con el PSC? Es muy dudoso, aunque al presidente de la Generalitat le interesaría seguramente no convocar de inmediato las elecciones.

Mas exige para anticipar las elecciones una lista conjunta con ERC, posibilidad que Oriol Junqueras rechaza de plano. En la entrevista que ambos dirigentes  mantuvieron el miércoles en la Generalitat se dieron una tregua para centrarse en el apoyo a la movilización del 9-N --la ANC también ha bajado el tono tras poner un plazo de tres meses para las plebiscitarias--, pero las divergencias de fondo persisten.

ERC pretende que las elecciones se celebren cuanto antes porque está segura de ganar y para que el nuevo Parlament declare unilateralmente la independencia, sin negociar nada con el Estado. Mas no compra esa opción porque sabe que, según todas las encuestas, perderá las elecciones y porque no admite la declaración unilateral, aunque algunos dirigentes de CDC juegan con el concepto. Esa declaración unilateral, como certifica acertadamente Iceta, "al día siguiente sería suspendida y ningún país reconocería a Catalunya".

EL PARTIDO DEL 'PRESIDENT'

Una alternativa que explora Mas es la de concurrir a las elecciones, si estas son inevitables, con lo que en medios soberanistas se llama "el partido del 'president", una lista integrada por CDC y personalidades del mundo de la cultura, del deporte, algún socialista disidente, etcétera.

Con esta apuesta, medios de CDC creen que Mas puede aún ganar los comicios, pero, en todo caso, si ello ocurriera, sería con muy poca distancia sobre ERC y el problema se plantearía a la hora de gobernar. ¿Apoyaría en esa hipótesis Junqueras a Mas tras los estragos de la campaña electoral, que sería una lucha a muerte entre ambas formaciones para encabezar el soberanismo?

Las dudas son legítimas. Por eso los moderados de CDC, como hizo el miércoles el conseller Santi Vila, respaldan la continuidad de la legislatura hasta donde sea posible. Y aquí es donde penetra la cuña de la oferta del PSC, al que tampoco le interesan unas elecciones anticipadas en un momento en que aún no ha superado su crisis interna.

ICETA SUAVIZA

Desde que Iceta sustituyó a Pere Navarro al frente del PSC, su objetivo ha sido recuperar en cierto modo la centralidad perdida. Aunque sigue opuesto al proceso soberanista tal como lo impulsan Mas y Junqueras, Iceta ha suavizado las formas: dio libertad a los militantes para acudir o no a la V mayúscula el 11 de septiembre, no ha sancionado a los dos diputados díscolos que volvieron a votar en contra de la mayoría del partido en el Parlament y ahora no ha prohibido que los ayuntamientos socialistas faciliten locales para el 9-N siempre que la Generalitat los pida por escrito y el secretario municipal certifique que la cesión es legal.

En esta lógica se inscriben también sus reiteradas ofertas a Mas para que cambie de socio y pacte con el PSC. Pero, pese a que el president preferiría no anticipar las elecciones, las posibilidades son mínimas porque, para Mas, sería como aceptar una enmienda a la totalidad a todo lo que ha hecho hasta ahora. Quienes conocen a Mas aseguran que no variará su ruta. En otras palabras, que prefiere quedar como "mártir" del proceso que como "traidor".

Post publicado en ZoomNews.