Trabajo y maternidad

Iberia y la prueba de la rana

La ley ampara también la intimidad y la vida privada, pero estos detallitos parecen no importarle mucho a la multinacional aérea

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SÍLVIA CÓPPULO

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Iberia realiza la prueba de la rana, versión moderna, a las aspirantes a trabajar en su compañía. Así lo ha detectado Inspección de Trabajo de las Baleares, de manera que el gobierno balear procede a multar con 25.000 euros a la aerolínea por infracción administrativa grave, ya que el análisis de orina para detectar el embarazo se lleva a cabo en toda España. Por su parte, Iberia argumenta que la analítica quiere «proteger» la salud de la gestante y del feto. Y que nunca ha dejado de contratar a ninguna mujer por estar embarazada. Entonces, si no era para no contratarlas, ¿para qué les obligaban a hacerse la prueba? Ahora, a raíz de la 'sensibilidad' que la cuestión ha provocado, dice Iberia, la analítica dejará de ser obligatoria

La Constitución, a la cual apelamos día sí, día también, deja muy claro que no se puede discriminar a nadie por razones de sexo, y es evidente que solo las mujeres pueden estar embarazadas. La ley ampara también la intimidad y la vida privada, pero estos detallitos parecen no importarle mucho a la multinacional Iberia.

Por otra parte, ¿por qué el importe es tan bajo, 25.000 euros, cuando la discriminación es tan flagrante y la empresa debiera ser ejemplar en equidad y responsabilidad social?

Hace años, cuando una mujer accedía a una entrevista de trabajo, le preguntaban si estaba casada, ya que todos los hijos nacían dentro del matrimonio. Posteriormente, se preguntó a las mujeres si tenían planes de ser madres. Y ahora directamente se les realiza la prueba del embarazo con su orina para dispersar cualquier duda. Lo mejor, en caso de querer tener descendencia era mentir y responder siempre que no, ya que, aunque legalmente esta pregunta no podía realizarse, si las mujeres respondían afirmativamente, no las contrataban

El caso de Iberia, en pleno siglo XXI, es la fórmula más burda de una discriminación sutil pero real, que incide en que en España las mujeres tengan de media 1,3 hijos, una de las más bajas del mundo, ya que no pueden compaginar la maternidad con la carrera profesional. ¿A alguien le sorprende?