tú y yo somos tres

Huyendo de Ada Colau

FERRAN MONEGAL

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Oportuna edición del programa Sense ficció incrustada en Polònia (TV-3). Ha salido Fermí Fernandez disfrazado de Joan Salvat y nos ha contado la tragedia, el drama humanitario, que sacude a algunos vecinos de barrios acomodados de la ciudad de Barcelona. La casi segura llegada de Ada Colau a la alcaldía les ha dejado en estado de shock. Han hecho las maletas, se han despedido del servicio, y están huyendo despavoridos hacia Matadepera, Sant Cugat, La Cerdanya, y otros municipios con una renta per cápita alta y sin peligro de que llegue a la alcaldía ningún perroflauta. ¡Ah! Ha sido un retrato sarcástico, certero y mordaz, en la línea de lo mejor de Polònia, programa que últimamente tiene ciertos altibajos pero que sigue siendo el único informativo, fiable 100x100, de TV-3. La reacción que provoca Ada Colau en algunas capas sociales también la hemos visto este fin de semana en programas que no son de humor, sino de analisis político, en teoría serio, como por ejemplo La Sexta noche, en donde apareció Carlos Carrizosa (Ciudadanos), muy excitado, y advertía. «A mí, como barcelonés, Ada Colau me inspira mucha desconfianza. Está ahuyentando la inversión, está cuestionando el turismo (..) Y debo añadir que la señora Ada Colau no ha renegado del independentismo: ¡ella es independentista, está en el rollo independentista, y en su lista van independentistas! ¡Eso es así!».¡Ahhh! No se derrumbó el decorado del plató de milagro. O sea que la señora Colau viene repitiendo una y otra vez que está por el dret a decidir y no por la hoja de ruta del procés -y menos todavía con compañeros de viaje como Convergència- y no obstante siguen manipulando su posicionamiento ideológico para ver si consiguen acollonar más al ciudadano. Son así de fantásticos. De cualquier forma estas reacciones, estos vecinos asustados de los barrios Upper Diagonal, estos ataques de criaturas políticas airadas, van de cara en su posturismo. Embisten frontalmente. O huyen muy enfadados.

Ahora, no obstante, lo que nos debería escenificar Polònia es un buen retrato sarcástico de las otras amenazas, mucho más peligrosas, que acechan a Ada Colau. Esos que ya han olido, husmeado, que aquí puede haber poder para rato y ya comienzan a adherirse como lapas en busca de alguna prebenda, beneficio, momio o cargo. ¡Ahh! Son criaturas aduladoras profesionales. Son tan vomitivas como letales.